martes, 26 de febrero de 2008

Presentación de libros - San Justo - La Matanza

Centro Cultural y Galería de Arte La Muestra
Juan Florio 3143 - San Justo - La Matanza
1550511248 comunidadcultural@hotmail.com

Presenta el segundo libro de poemas de Yolanda Quagliardi
Sábado 8 de Marzo – 19 Hs.

Lectura invitada a cargo de
integrantes del Grupo Literario La Luna Que
y del Grupo Taller La Conversa
Guitarra y Percusión
Gustavo Zapata y Manuel Orué

Algunas apreciaciones sobre la poesìa de Yolanda Quagliardi:
"De ciertas palabras eslabonadas en la música se consolida el poema. «Ciertas palabras» son las de cada uno, las que al hablar y al escribir nos retratan de cuerpo entero.
La vida, a veces, enmudece, se ladea silenciosa y es sólo un trazo lineal en el papel, mostrando el diente negro hincado en la carne.
Y ahora es la muerte.
Hurgar con los versos, hurgar con los dedos como en una cocina buscando un pedacito de «algo», balbucear frente a la heladera o el aparador; pistear un silbido triste e impotente inclinado sobre la bolsa del pan...
Buscando el punto débil, la fisura; desplegar asombrosamente la capacidad escondida para el vuelo y para el canto.
Yoli canta, con sus labios rojos y gruesos; ya irrumpe en la mesa con su ancha sonrisa, ya pestañea su yantar inconsolable de madre.
Con su compañero desaparecido y la pérdida de un hijo, Yoli susurra delicadamente apenas un canto; se asombra de su propia capacidad poética.
A veces escribe como si acariciara quedamente la cabeza de un niño: Ternura.
Otras, como si con una pancarta -que nos trae a las Madres de Plaza de Mayo- reclamara por las injusticias que padecemos todos: Firmeza.
Ternura y Firmeza componen el humano «mundo poético» de Yolanda Quagliardi.
Enfermera en la Salita de Oro Verde, solidaria entre algodones, mujer de inquebrantable laboriosidad.
Tiembla y se ruboriza ante lo maravilloso que le pasa.
Ahora, una luz en medio del campo, atrae el ojo del viajero que, de lejos, adormilado, creerá ver una estrella dibujada en la frente de una solitaria vaca.
Una estrella o luz que arranque al menos una palabra, una historia que deje un brote nuevo entre el barro de los ladrillos; una flor asomada a las rejas de tantos hombres y mujeres recluídos; dejando lugar a la duda, a la discusión y a la pregunta como «un tierno mugido en medio de la guerra».
La poesía cruza con su vuelo irregular e intermitente el barrio, el jardín, el tenso alambrado multiplicándose por el descampado en la noche, a 39 kilómetros del centro de Buenos Aires.
La poesía ahora luce una voz nueva, de una suavidad sonora que no pasará desapercibida al lector, presenciaremos la maravilla de cómo se va construyendo a sí misma con los elementos que tiene a su alcance, los imprescindibles hasta ahora y los suficientes, por la sinceridad, el sueño y la riqueza que actúan de celaje contra toda desesperanza'.
Palabras del poeta y mùsico Carlos Kuraiem, coordinador del encuentro.

No hay comentarios: