jueves, 28 de febrero de 2008

Carta abierta a los chaqueños de buena voluntad

Ante los hechos que son de público conocimiento acerca de la línea editorial de una de las revistas culturales –THC–, participantes del Encuentro Nacional de Revistas, en el marco de la realización de la “8ª Feria del Libro Chaqueño y Regional”, y de las declaraciones vertidas por distintos actores sociales, políticos, culturales y periodísticos en torno de la conveniencia o no de la presencia de esa revista en dicho encuentro, me es necesario precisar, en mi carácter de Subsecretario de Cultura de esta provincia, lo que considero que resulta fundamental esclarecer para que los temas centrales que nos deben unir a todos los chaqueños de buena voluntad, no queden eclipsados por aquellas discusiones que sólo están al servicio de cierto rating y de la lógica del escándalo.
Por consiguiente, en primer lugar, quiero destacar la hombría de bien y la excelente labor que viene realizando hace años el Padre Jorge Lestani. Lo aprecio mucho y desde que asumí como Subsecretario hemos realizado algunas acciones juntos, que juzgo muy importantes, como el encuentro musical “Todas las voces”, realizado en la Catedral el 28 de diciembre pasado, donde por primera vez el Coro Toba actúo en tal templo, junto al Coro Santa Cecilia, y otros artistas, así como también destaco su presencia y acompañamiento protagónico en la fundación del Consejo Provincial de Cultura, en General San Martín, el 26 de diciembre. Y además, nos unen proyectos comunes que espero concretemos a la brevedad.
No es de ningún modo un censor. Conozco su pensamiento y su compromiso cristiano con los más necesitados. Repudio, por lo tanto, la afrenta que sufriera en la madrugada de este jueves, cuando para su sorpresa se encontró en la entrada de la Iglesia, con una bolsa cuyo contenido descalificador lo ofende tanto como me molesta a mí. También repudio, desde luego, otro acto similar ofensivo contra la diputada Marita Barrios.
Sospecho que se trata de esa vieja mano de obra desocupada cuyos mentores ideológicos siempre buscan sembrar vientos entre nosotros para cosechar tempestades, que nos dividan, que nos enfrenten, para que de esa división todos perdamos, sobre todo quienes defendemos nuestras libertades individuales y colectivas, las que tanto tiempo nos costó recuperar.
Pero luego de hechas estas primeras precisiones, de lo que quiero hablar es de lo que menos se está hablando por estas horas: de una Feria del Libro Chaqueño y Regional que hace ocho años vale por su promoción del libro y de la lectura, de textos y autores chaqueños y regionales, de su cada vez mayor expansión nacional e internacional, del discurso del gobernador que proclamó la lectura como razón de estado, de la Colección Rescate y dos nuevos libros que irán a todas nuestras bibliotecas públicas y populares y que se entregarán, junto con otros libros que envía nación, a cada nuevo propietario de cada una de las viviendas que otorgue nuestro Instituto Provincial de Vivienda, en un hecho sin precedentes para nuestra región. De eso deberíamos estar hablando, de eso y de “Hacia nuestros Bicentenarios, Argentina 2010, Paraguay 2011, pensados en y desde el corazón geográfico de la América del Sur”, Premio Literario que las cuatro Subsecretarías de Cultura del Nordeste, más la Secretaría de Cultura del Paraguay y la Dirección de Cultura de Asunción, presentamos en la noche del miércoles, lanzando un concurso, que este año propondrá el ensayo histórico, en el 2009 la narrativa, en el 2010 la poesía y en el 2011 el teatro, con un primer premio de $25.000 más publicación, un segundo premio de $15.000 más publicación, más 25 presentaciones en 25 ciudades de lo que denominamos la región compartida de AR PA (Argentina y Paraguay). De eso, insisto, deberíamos estar hablando, celebrando la cantidad y calidad de chaqueños y visitantes de distintos lugares de la Argentina y el Paraguay que vienen a nuestra feria porque son ciudadanos interesados en las diferentes dimensiones que representa la lectura.
Pero estamos hablando en buena medida de la droga, de las drogas y del flagelo social que ellas provocan. Y éste no es cualquier lugar para hacerlo. Nuestra provincia lo padece muchísimo. Por eso comparto la preocupación de todos quienes se han manifestado preocupados por cómo avanza en nuestra sociedad, particularmente entre nuestros jóvenes. Toda mi vida estuve en contra de ella y de sus mercaderes, sus grandes mercaderes. Y sobre todo me preocupa que abordemos como adultos responsables las causas que promueven ese consumo y qué hacemos nosotros para enfrentar dicho flagelo, qué clase de diálogo promovemos con nuestros niños y adolescentes y desde qué lenguaje y lugar lo hacemos. Ese problema corroe nuestra sociedad, tanto el de la droga como el de la falta de puentes con nuestros jóvenes. Pero ese problema no está dentro de la Feria del Libro, porque en ella, dentro de ella, quienes la organizamos, las decenas de organizaciones literarias, culturales y sociales que atienden su stand, los miles de visitantes que año tras año nos visitan, sabemos y saben que más democracia significa más educación y cultura para la plena inclusión ciudadana porque sólo puede ser posible la emergencia del pensamiento crítico cuando se tienen palabras e ideas para pensar y sólo puede existir esta mochila lingüística si somos lectores. La lectura nos da el ejercicio de la libertad. Y nuestros libros chaqueños y regionales, desde su diversidad cultural, nos ofrecen una muy buena cantera para repensar de dónde venimos, quiénes somos y hacia dónde vamos. Ese problema, reitero, no está dentro de nuestra feria, porque buena parte de sus escritores y público son jóvenes que se sienten escuchados y respetados, porque hace años que venimos compartiendo con ellos la batalla madre de todos nuestros males: la ignorancia.
Por último, estoy convencido de que nos debemos como sociedad un debate profundo, sistemático sobre las causas que ocasionan el consumo de la droga. Y sobre todo, necesitamos de más espacios democráticos para que esos debates tengan la madurez política indispensable para que las ideas que seamos capaces de acordar puedan fructificar en un frente común contra los mercaderes de la droga.
Nada de esto tiene que ver con nuestra feria ni debe mancharla. El Encuentro Nacional de Revistas tiene por propósito realizar un hermanamiento fraterno de ellas desde la perspectiva de su problemática gremial.
La lectura nos hace libres y lúcidos y necesitamos mucha libertad para la emergencia de un pensamiento emancipador. Jamás la censura ni el control social tutelar de la sociedad contribuyó a formar ciudadanos, todo lo contrario: mutiló y reprimió sus subjetividades e identidades. Por eso nuestra Constitución establece como precepto básico la libertad de expresión. Y esto, en nuestro Chaco que acaba de salir de 12 años de cercenamiento de la opinión pública, no es un dato menor.
Estas son, en suma, las preocupaciones y las convicciones que quise y quiero compartir con los ciudadanos lectores, desde la certeza que a través del ejercicio del diálogo podremos encontrar el terreno común para hacer frente a las distintas batallas que en el Chaco debemos librar unidos todos los chaqueños de buena voluntad.
Francisco Tete Romero
Subsecretario de Cultura
Provincia del Chaco

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