jueves, 31 de marzo de 2016

SEMANA ESLOVACA

La FEDERACIÓN DE ENTIDADES DE BIEN PÚBLICO DE BERISSO adhiere a la SEMANA DE LA CULTURA E IDENTIDAD ESLOVACA, que se materializó en la exposición fotográfica iniciada en la Casa Municipal de Cultura, con la presencia de Autoridades, Cuerpo Diplomático y miembros de la Colectividad local, afiliada a la Federación, que estuvo representada por los Dirigentes Comunitarios Stela de Pol, Francisco Ferenz y Horacio Urbañski.

miércoles, 30 de marzo de 2016

Sandra Cornejo: sus respuestas y poemas Entrevista realizada por Rolando Revagliatti

Rolando Revagliatti

Sandra Cornejo nació el 14 de abril de 1962 en La Plata, donde reside, capital de la Provincia de Buenos Aires, Argentina. Es Periodista y Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de La Plata. Obtuvo la diplomatura en el Posgrado de Lectura, Escritura y Educación (FLACSO: Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales). Actualmente se desempeña en el equipo de la Dirección de Promoción Literaria  de la Secretaría de Cultura de la Provincia de Buenos Aires. Obtuvo premios y menciones bonaerenses y nacionales. Con notas culturales colabora en el diario “El Día” de La Plata, entre otros. Es la responsable de www.eltuertorey.com.ar. Publicó los poemarios “Borradores” (Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores; 1989), “Ildikó” (contratapa de Horacio Castillo, 1998), “Sin suelo” (contratapa de Diamela Eltit, 2001), “Partes del mundo” (contratapa de Hugo Mujica, 2005), “Todo lo perdido reaparece” (con prólogo de Mario Goloboff, 2012), “Bajo los ríos del cielo” (contratapa de María Teresa Andruetto, 2014). Ha sido incluida, entre otras, en las antologías “Poetas argentinas (1961-1980), “Antología de poetas argentinos II” (Free Verse Website 2009, Irlanda), “El verso toma la palabra” (México, 2010), “Poesía de pensamiento. Una antología de poesía argentina” (España, 2015).
  1 — “Tuve la suerte de crecer entre Chubut, Catamarca, Mendoza, Córdoba y otra vez Chubut.”
          SC — Mis padres vienen de familias de mucho esfuerzo: abuelos campesinos en Perú, abuelo herrero y abuela profesora de piano aquí. Papá llegó a estudiar Ingeniería desde Lima, Perú, y mamá Medicina desde Saladillo, provincia de Buenos Aires. Para ellos implicaba un logro increíble recibirse. Se encontraron, y apenas se recibieron, aceptaron el primer lugar que les diera un trabajo. Esto fue en el dique Florentino Ameghino, en la provincia de Chubut, en una época en la que residir en el sur era muy duro. A partir de ese tiempo se trasladaban según lo requería la empresa de papá, Agua y Energía Eléctrica. Fuimos una familia un poco gitana, de mudanzas y baúles. Íbamos allí donde se iniciaba una represa hidráulica o había que concluir una obra. Así, pude transitar por un país que me modeló desde sus entrañas, desde la grandeza de la gente del interior. Es muy diferente crecer en Las Pirquitas, en San Rafael o en Esquel respecto de alguna capital grande. En las pequeñas localidades abunda la magia. En La Plata nací “casualmente” (digamos que en La Plata sólo aconteció el parto de mi mamá, donde perdimos a mi mellizo). Nunca fui urbana. Tengo una cosmovisión de montaña, de paisaje, de lago y río. Ya son muchos y largos los años de vida aquí, pero siento que lo que funda es lo que prevalece. A la ciudad le debo mi hijo. A la ciudad le debo la puerta hacia el amplio mundo. Pero tuve la suerte de crecer en el pequeño.
 2 — Es desde que egresaste de la Universidad Nacional de La Plata que fuiste ocupando puestos en ámbitos de Comunicación Institucional, Gestión Cultural y Educación. Y hoy sos Personal de apoyo en la Secretaría de Medios de la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires.
          SC — Unos días antes de recibirme ya trabajaba, con la democracia recién nacida. Algunos amigos fuimos ingresando en distintos espacios de comunicación y prensa. Yo ya vivía sola. Todo era bastante difícil. Amanecía en un país que empezábamos a descifrar. Fueron tiempos de aprendizaje y también de cierta orfandad. Luego de unos años, el entonces subsecretario de Cultura (de alguna manera mi mentor en gestión cultural) me propuso seguir ese camino. Yo había publicado “Borradores” (libro ante el cual siempre tuve dudas, fue un empujón de la poeta Ana Emilia Lahitte). Con cambios y vericuetos hice una carrera en el Estado, ámbito que cuido y quiero porque considero que el Estado somos todos, no un partido político o un gobierno de turno. “Personal de apoyo” es una designación profesional a la que se llega luego de esa carrera, después de ciertas pautas. Hoy acompaño el equipo de la Secretaría de Cultura de la Provincia. Todo lo que pueda entregar en el tiempo actual, para mí es un regalo, que agradezco.
 3 — Y es desde que cursaste la Diplomatura en FLACSO que realizás talleres de literatura en Contextos de Encierro.
          SC — En la Diplomatura que realicé en FLACSO, en especial Ana María Finocchio, me enseñaron a repensar diversos temas. Desde esa nueva concepción del aprender/enseñar me animé a trabajar con internos, adultos y jóvenes. En un punto es conmovedor observar el esfuerzo, la voluntad y la necesidad de expresarse que tienen seres que han cometido, tal vez, el peor de los daños contra sus semejantes. En la vida todo tiene una razón de ser. Un sentido. Aún no he trabajado en hospitales, pero me gustaría. De todos modos, por la profesión de mi madre, siempre he estado ligada a los hospitales y al ser doliente. El dolor humano, el dolor del cuerpo, es algo que tendríamos que comprender y asimilar de un modo más solidario. Mi concepción no es “garantista”, pero apunto al ser, a nuestra necesidad esencial y común de abrigo. En tal sentido la escritura sana, acompaña, cobija. La lectura es una especie de hogar; alguna vez nos abrieron la casa de los libros, y tal vez nos salvaron, es casi una deuda hacerlo con los otros.
 4 — Es alguien a quien el rock no lo entusiasma (yo), el que inquiere sobre tu Tesis de Grado presentada ante la Facultad de Comunicación Social de la UNLP, denominada “Recitales de Rock. ¿Contestación o Alienación? Una Visión Histórico-Social”.
          SC — El rock traduce una época especial. Sergio Pujol me guió con sabiduría entre las malezas de mi vieja tesis. Intenté analizar los movimientos artísticos desde distintas perspectivas, sus variadas caras… Y disfruté enormemente recordando letras o confrontando nuestra idiosincrasia con la norteamericana, por ejemplo, o nutriéndome del folk, que adoro, y otras vertientes. La música expresa de manera singular los momentos históricos, y las culturas. Ahora que hablamos de esto te cuento que una compositora argentina que reside en Nueva York, Sofía Rei, musicalizó hace un tiempo un poema: “Todo lo perdido reaparece”. Cuando se producen estos cruces se vuelve más luminosa la soledad.
 5 — ¿Es en soporte papel o electrónico que se publicó en Irlanda la “Antología de poetas argentinos II”? ¿Es bilingüe? ¿Qué otros poetas han sido incluidos y quién ha realizado la compilación?
          SC — Es una antología bilingüe que está en soporte electrónico pero que en Irlanda se publicó en papel. La selección fue realizada por Liliana Heer y Ana Arzoumanian. El responsable allí fue un poeta irlandés muy interesante, Michael Smith. Liliana Heer, que es imparable, viabilizó la idea. Contactó ambos mundos. Ella suele ser un gran motor. Hay en esta antología poetas como Mario Trejo, Tamara Kamenszain, Leonardo Martínez, Romina Freschi, Susana Szwarc, un placer todos ellos. Es un privilegio haber participar en esa selección.
 6 — Y para vos, ¿la poesía…?
          SC — La poesía es un regalo. Una posibilidad de traducir imágenes y sensaciones que nos atraviesan. Es también un intento de reflejar la incertidumbre, y el asombro, como sugería la maravillosa Szymborska. La poesía es por ejemplo un árbol. El sol de agosto sobre el agua helada. La montaña. Los borceguíes sobre la pendiente. Un puente. Un tono. Un matiz. El origen. El hijo. Porque en el hijo ya está todo dicho.
  7 — En tu condición de periodista cultural te has ido refiriendo, entre tantos otros escritores, al platense Rafael Felipe Oteriño, al sueco Tomas Tranströmer, a la chilena Diamela Eltit, al húngaro Peter Esterházy. ¿Prevés publicar algún volumen que reúna parte de ese quehacer? Y por contigüidad: ¿tenés ya poemarios a la espera de edición?
          SC — La verdad es que no he pensado en esa posibilidad. Sería interesante, ampliando cada escrito, actualizándolo. De cualquier manera ahí están esas notas, en la nube o en el papel. Respecto de un poemario a la espera de edición soy pausada para escribir. “Bajo los ríos del cielo” es de 2014. Desde “Sin suelo” intento trabajar cada poema de la manera más exhaustiva posible. Tal vez porque en “Borradores” e “Ildikó” fui muy visceral. Siento no haberlos cuidado lo suficiente.
 8 — Augusto Roa Bastos afirmó: “Immanuel Kant, que no abandonó un solo día su ciudad natal, es el ejemplo perfecto del peregrino inmóvil del pensamiento universal.” ¿Qué otros “ejemplos perfectos” de algún tipo de producción nos aportarías?
          SC — Siempre me impresionó esa situación vital de Kant. Emily Dickinson es otro ejemplo perfecto. Para darte uno nuestro, aquí cerca, en mi ciudad, está César Cantoni, del cual he escrito: “César Cantoni es un poeta que viaja a través de la poesía. Se refugia de vez en cuando en Irlanda, se hospeda seguido en la vasta Norteamérica, discute sobre las posibilidades líricas con algún crítico alemán, acoge a casi todo poeta del Este europeo y se mira en España, en lo más puro de la lengua madre”. Es una nota que titulé “Una poética desobediente”, a propósito de su libro “El fin ya tuvo lugar”.
9 — A manera de punta de lanza: ¿qué cinco libros marcaron tu vida?
          SC — Tendría que mencionar los primeros, en el inicio, esos de los trece años. Te diría “Desde el jardín” de Jerzy Kosinski, “La hora del vampiro” de Stephen King, “Juan Salvador Gaviota” de Richard Bach, “Poesía completa” de Antonio Machado y “Demian” de Hermann Hesse…; no puedo dejar afuera “El viejo y el mar” de Ernest Hemingway y “Una muerte muy dulce” de Simone de Beauvoir. Elección ecléctica, como verás.
  
 10 — ¿De dónde partís para efectuar el análisis de una obra?
          SC — La emoción. Si una obra me conmueve puedo analizarla con mayor fluidez, de lo contrario es un esfuerzo importante. Observo las entrelíneas del autor, sus semejanzas con otras obras, sus puntos de apoyo, sus búsquedas, la singularidad de su lenguaje. Las hay complejas: por ejemplo, la de Jacques Derrida o Edmond Jabés, Péter Esterházy o Diamela Eltit. Las hay bellas y suaves, como la de Mary Oliver o Paula Meehan; transparentes y sabias, como la de Tomas Tranströmer o Wisława Szymborska; metafísicas como la de Czesław Miłosz…; hay tantas obras como creadores… Parto de lo que nos une.
 11 — ¿Cuál es la fascinación que sentimos ante ciertas obras? ¿Cuáles te provocan fascinación? ¿Qué obras te la provocaron, y ya no?
          SC — Otra vez vuelvo a la emoción. Pero te agregaría la palabra comunión. Hay creadores que nos iluminan, nos interpretan, se vuelven esenciales para nosotros: Seamus Heaney, Margaret Atwood, Jeanette Winterson, un cuadro de Johannes Vermeer, un film de Aleksandr Sokúrov, una canción. Cuando una obra me ha fascinado sigue fascinándome, de manera diferente quizá, pero siempre mantiene su grado de asombro y misterio.
 12 — ¿Qué influencias —o “familias de entusiasmos”, como dirían los poetas Cintio Vitier y Alberto Rodríguez Tosca— literarias, filosóficas, sociológicas… están presentes en tu poética?

          SC —
En algún momento me impactó el expresionismo alemán, su halo nocturnal, su espiritualidad. Del imaginismo americano intenté comprender el riguroso cuidado del lenguaje. Algunos poemas míos observan la idea platónica de la reminiscencia. Las religiones, en especial el budismo y el misticismo católico, me acompañan especialmente cada vez que escribo. El paisaje, la naturaleza y lo extranjero influyen profundamente en mi escritura.
 13 — ¿En qué estás trabajando ahora mismo?
          SC — Mis pocos y nuevos poemas hablan de la errancia, la extranjería, de la impresión que provocan los lugares que uno ama, esa sensación. Me interesa el tema de la permanencia en una realidad en la cual lo único permanente es lo inestable. Me interesa el tema del encuentro, esa epifanía. Me interesa preguntarme cuánto duran los finales felices. En eso trabajo.
 14 — ¿A dónde te llevan, te trasladan “algazara”, “bonhomía”, “pronóstico”, “arrebato”, “truculencia”?...
          SC — Qué palabras… Algazara me lleva a algún pueblito español en día de fiesta. Bonhomía me lleva a Santa Clara de Asís. Pronóstico me lleva a mi temor por las tormentas. Arrebato es una palabra incómoda, que nada ecuánime trae. Truculencia es un vocablo cruel, cercano a lo perverso de nuestra especie.
15 — ¿Cuál ha sido el enfoque del poeta Hugo Mujica respecto de tu “Partes del mundo”?
          SC — “Partes del mundo” es el libro de una encrucijada. Está dedicado a mi hijo especialmente y a una situación en particular. Intento contar a mi modo esas zonas del mundo que me sobrecogen. El título es un rapto de un verso de un poema de Vasko Popa, poeta tremendo y tierno. Hugo Mujica habla del libro y se refiere a él como a “una indagación de finitud consciente, valiente. Poemas y no esteticismo: preguntas y atisbos desde la vida, la sangre, no la tinta, el temblor, no la fijeza”. A lo que agrega: “¿Se acomoda la vida a la vida?...”; es una de las tantas preguntas, de las tantas aberturas. No, y la poesía es eso: lo que surge desde ese desacomodamiento, desde lo que la vida tiene de diferencia con ella misma: lo que busca surgir y lo hace gracias a esa “disonancia”, como la llamaba Hölderlin. De ahí que la respuesta sea siempre un “confiar y caer, caer y confiar otra vez…”, la respuesta, la vida o la poesía”. También Niní Bernardello y el Teuco Castilla escribieron textos que agradezco: Niní relaciona el libro con ciertas secuencias del atardecer, el Teuco menciona una torre desde la cual alguien mira. Lo importante para mí es que en el primer poema, “Todo lo perdido reaparece”, intento sentar una base de esperanza. En el último poema, “Piedra viva”, hay alguien que, carga un zurrón, camina. La vida es eso, andar con esperanza por un camino. Creo que al final llegaremos a casa.
 16 — ¿Alerce, ciprés de la cordillera, ñandubay, caldén, espinillo o sauce criollo?...
          SC — Prefiero alerce y ciprés, pero todos los árboles son hermosos. Tienen una sorprendente naturaleza. Los celtas prestaban mucha atención a la esencia de cada árbol y en base a ellos organizaban su astrología, los consideraban sagrados. El árbol tiene esa combinación de tierra y cielo en raíz y ramas, pero fundamentalmente, como la montaña, tiene la nobleza de lo inalterable. En “Bajo los ríos del cielo” se hallan “Alerzal” e “Isla de los manzanos”, entre otros poemas que, en general, refieren al paisaje y a la construcción de una vida. El sonido de los árboles es música, ellos nos ofrecen su madera, nos dan sombra. Desde muy pequeña siento que los árboles están ahí dialogando con nosotros. Son un símbolo de compañía y protección.
17 — Afirma una de las narradoras de la novela “La elegancia del erizo” de Muriel Barbery: “…no hay nada más difícil e injusto que la realidad humana: los hombres viven en un mundo donde lo que tiene poder son las palabras y no los actos, donde la competencia esencial es el dominio del lenguaje.” ¿Qué te suscita esta afirmación?
          SC — Me recuerda una frase que me impresionó desde chica, en el principio de la novela “Tiempos difíciles”, de Charles Dickens; decía algo así: “Lo que quiero son hechos reales…”. A través del lenguaje podemos comunicarnos; los actos deberían acompañar ese comunicarnos.
 18 — ¿Qué sucesos te producen mayor indignación? ¿Cuáles te despiertan algún grado de violencia? ¿Qué situaciones te hartan instantáneamente?
          SC — Me produce indignación la hipocresía. Me despierta violencia la violencia, lo desmesurado, lo invasivo. Me hartan ciertas situaciones a las que no regresaría, en lo posible.
19 — ¿En las constelaciones de qué artistas podrías tener cabida?
          SC — Quién sabe. Me gustaría tener cabida en las constelaciones de las gentes “que viven, laboran, pasan y sueñan”, como decía Antonio Machado. Ser una con todos ellos. Hay una canción de un autor irlandés, “Una radiante rosa azul”, que me ha impresionado desde que la escuché: habla de un encuentro y de un deslizarse, en un tiempo sagrado, meditando sobre la vida y la muerte. En todo caso, me agradaría estar en esa clase de constelación.

Sandra Cornejo selecciona poemas de su autoría para acompañar esta entrevista:
Un abedul
 Un abedul
cuando llueve,
una arboleda que aclara
al arañar la pista
y desciende el avión en un aeropuerto
donde las mujeres beben vodka
a las seis de la mañana hora local
                          
Era acogedor el frío
aunque temible
Cantabas en mi idioma
pero con otro acento
Afuera la hilera de abedules
los aviones solos sobre el cemento mojado
                       
Detrás de las cabinas
los soldados
te miraban cantar
Algunas veces, por un instante
la historia debería sentir compasión
y alertarnos
 (de “Sin Suelo”, Ediciones VOX, 2001)
           
Todo lo que buscabas
Todo lo que buscabas
era una huella en la nieve
no imaginaste que al cruzar la frontera
el percutor gatillaría a tu animal
como a un gato montés
o una liebre
alguien lo había intuido
con una vela encendida
en una habitación cerrada,
al salir
te asombraron esos seres,
no eran tu padre
ni tu madre
ni quien ocupara un lugar
en tu cuerpo
¿Qué querías,
fragor o tersura?
Al puerto de aguas profundas
no irías por las aguas del deshielo
irías al embalse
cuenco turbio, hondo
susurro pidiéndote que caigas
Animal desarmado
buscabas un cuerpo a la intemperie
su huella
en época de caza
                                      (de “Sin Suelo”, Ediciones VOX, 2001)

martes, 29 de marzo de 2016

Abierta la Inscripción ✴ Curso Narrativa, Realización y Producción Documental en la UBA

para
NARRATIVA, REALIZACIÓN Y PRODUCCIÓN DOCUMENTAL
CURSO PRESENCIAL EN LA UBA
Dictado por Alejandra Guzzo, Fernando Krichmar y Ximena González
 
Auspiciado por la Dirección de Cultura de la Facultad de Ciencias Sociales UBA

DESCRIPCIÓN
El proceso de realización de un film documental implica, antes que nada, un posicionamiento ético, estético y político sobre la Realidad, La Historia y la Representación. Contemplando los dispositivos narrativos, discursivos y formales implicados en la representación de lo real, concebimos de forma dialéctica las diferentes instancias que hacen a un film documental -la narrativa, la realizativa y la de producción-, proponiendo una forma de abordaje del film orgánica, donde los modos y medios de producción, pensados desde nuestra tradición latinoamericana de cine militante e independiente, se materializan en un film documental que da cuenta de los propios procesos históricos de los que surge. En concordancia con esta propuesta, el curso propone un acercamiento a estas diferentes instancias a través de tres documentalistas/docentes, que, incluso estando especializados en cada una de esas estas áreas, las piensan de manera global en el desarrollo del proceso documental.
 
DURACIÓN LUGAR ● DÍAS
12 clases de 2 horas cada una
Facultad de Ciencias Sociales SEDE CONSTITUCIÓN  Santiago del Estero 1029 CABA
Viernes de 19 a 21 hs.   Comienzo 22 de abril de 2016

INSCRIPCIÓN
Del 28 de marzo al 8 de abril
De lunes a viernes, de 10 a 17 hs.
Marcelo T. de Alvear 2230 Tel. 4508-3800 int. 164
cultura@sociales.uba.ar

ARANCEL
(Se abona por única vez al inscribirse)
Internos $ 720 ● Externos $ 900

   Oficina Tel. 4508-3800 int. 164
cultura@sociales.uba.ar

ARANCEL
(Se abona por única vez al inscribirse)
Internos $ 720 ● Externos $ 900
SÍNTESIS DE CONTENIDOS

MODULO 1 INTRODUCTORIO

 

lunes, 28 de marzo de 2016

FAMILIARES DE VÍCTIMAS (AFAVI) Y ASAMBLEA DE ASAMBLEAS BARRIALES DE INUNDADOS - CONFERENCIA DE PRENSA MIÉRCOLES 30 11HS


A todos los medios de comunicación, asambleas, vecinos, organizaciones sociales, concejales de la ciudad y a todas aquellas personas en general que les interese la búsqueda de Verdad y que se realice Justicia:
Familiares de víctimas de la inundación y vecinos de asambleas que en conjunto integramos el colectivo Asamblea de asambleas Barriales de Inundados venimos trabajando en este camino que nos hemos propuesto desde hace ya casi 3 años en búsqueda de la Verdad de manera ininterrumpida. Nuestra intención es continuar en el camino que con responsabilidad y compromiso venimos llevando a cabo en búsqueda de la verdad ocultada durante todo este tiempo con respecto a lo sucedido aquel trágico 2 de abril de 2013, sabiendo que fue una tragedia social evitable en la que perdieron su vida más de 91 vecinos y así lo muestran los datos entrecruzados con el listado oficial y los suministrados por la actual gestión municipal.
Sabemos que en la trágica inundación hubo ocultamiento de víctimas fatales y falta de coincidencia en los datos que atañen a un tema de suma sensibilidad y tan doloroso para toda la población. 
Creemos y estamos convencidos, por eso venimos trabajando en este sentido, que toda la información tiene que ser de carácter público y que su conocimiento debe llegar a toda la población. Por tal motivo estaremos realizando una conferencia de prensa el día Miércoles 30 de Marzo en el aula 1de la Facultad de Trabajo Social de la UNLP calle 9 esquina 63 a las 11hs para presentar nuestras conclusiones con los datos que hemos podido recabar y que evidencian el ocultamiento desde el Estado a nivel municipal de la gestión anterior y el trabajo inconexo de la justicia, del que todos somos víctimas y que venimos denunciando en cada acción que llevamos a cabo.
Los esperamos este miércoles 30 de Marzo en el aula 1 la Facultad de Trabajo Social de la UNLP calle 9 esquina 63 a las 11hs.
Contactos:
Gabriel Colautti 221 409 7663
Patricia Yamuni 221 594 2365
Paula Pauni 221 531 4855

Taller de Construcción Natural - 9 y 10 de Abril en la Aldea!

Aldea Comunitaria Atrapasueños

Espacio de experiencia y construcción creativa del mundo que queremos

Agenda Cursos y Talleres

Taller de Construcción Natural

Alegria de invitarlos a compartir un fin de semana para celebrar y construir una vez más!

En esta oportunidad iniciaremos juntos la construcción de un Horno de Barro Chileno (o de Tambor), de bajo consumo. Seguiremos construyendo el Trulli con la técnica de Quincha-Revoque Grueso. Hablaremos sobre reconocimiento de tierras, cómo iniciar una construcción, principios básicos para la autoconstrucción y también armaremos Domo Geodésico de frecuencia 2.
La actividad comenzará a la 10 hs del sábado y finalizará a las 18 hs del domingo, pulsando como siempre la puntualidad. Vivenciaremos de forma comunitaria el taller, las comidas, la alegría, el fogón (quienes quieran pueden sumar con el aporte de instrumentos musicales), el descanso, el hacer, la meditación. Pedimos traer carpa y abrigo de dormir, también hay un pequeño refugio para quienes no tengan o se les dificulte dormir en carpa, personas con niñ@s.
La reciprocidad del encuentro es de $ 500 y se incluyen todas las comidas, que será vegetarianas. Existe la posibilidad de otorgar 5 medias becas para quienes no lleguen con el dinero, como intercambio pedimos que vengan desde el día jueves a colaborar con la organización de la actividad. Avisen con anticipación! Es el sentir que pueda participar todo aquel que le interese y que el dinero no sea un impedimento.
La Aldea queda en Ministro Rivadavia, se llega fácil desde Constitución con el colectivo 148 ramal "Cementerio" por el lado de Florencio Varela. De donde termina el cole estamos a 3 km campo adentro (ver en el blog el mapa donde dice "contacto"). También se puede llegar en bici hasta la estación de Florencio Varela y de ahi pedaleando! Otra posibilidad en bici es venir desde Longchamps, un punto de referencia es la granja Municipal, de ahi estamos muy cerquita, recomendamos hacerla con el google map. Va a venir un grupo en bici desde Longchamps, quienes quieran venir desde alli avisen y los ponemos en contacto.
Por favor confirmar asistencia con anticipación por cuestiones de organización, los cupos son reducidos. Quienes pueda-quieran enviar el dinero de la inscripción, puede ser de mano en mano y via depósito-transferencia bancaria. Comunicarse via facebook a Pablo Arbol, número fijo 2007-7407 (si le agregas un 11 adelante también recibe mensajes) y un número de celular 115-038-8043 por consultas puntuales (enviar mensaje, los llamados a veces no entran).
BienVenid@s!

viernes, 25 de marzo de 2016

AGORA GALLERY Concurso Internacional de las Artes Plásticas de Chelsea, NY


Siendo una cita ineludible cada año en el barrio de Chelsea (Nueva York), el Concurso Internacional de las Artes Plásticas de Chelsea patrocinado por Agora Gallery vuelve a abrir sus puertas para recibir inscrpciones. Pueden participar, artistas visuales de cualquier parte del mundo en cualquier etapa de su carrera.
The Chelsea International Fine Art Competition (Concurso Internacional de las Artes Plásticas de Chelsea) cumple 31 años ofreciendo promoción y visibilidad a jóvenes artistas en el panorama artístico del conocido barrio neoyorquino. Los jueces del concurso apadrinado por Agora Gallery, elegirán artistas que trabajen en pintura, escultura, fotografía, dibujo, técnicas mixtas y grabados.
El coste de la inscripción es de 45 dólares (40,7€) e incluye la posibilidad de subir cinco imágenes en JPG para mostrar la obra. Cada imagen adicional que se adhiera a partir de la sexta, tendrá un cargo adicional de 5$ (4,5€).
Se otorgará un total de cinco premios valorados en más de 70.000 dólares (63.387€), distribuidos de la siguiente manera:
– Exhibición: serán seleccionados 30 artistas para participar en una exposición colectiva en Agora Gallery.
– Premios en efectivo: 5.000 dólares (4. 530€) para tres artistas seleccionados por el jurado.
– Exposición en Internet: a cinco artistas se les adjudicará la inclusión de 6 imágenes en la galería en línea ARTmine por el periodo de un año.
– Reseña: a tres artistas se les otorgará una página con su reseña en la revista ARTisSpectrum.
– Mención de honor: diez artistas tendrán entrada gratuita para el concurso del próximo año.
Fecha límite: 29 de marzo de 2016

martes, 22 de marzo de 2016

La Chicharra por la Memoria, Verdad y Justicia


Este jueves 24 de marzo, a las 21 aproximadamente, luego de haberse presentado con gran éxitos en los barrios del gran Resistencia en los "Carnavales Barriales y Populares", la murga chaqueño correntina La Chicharra estará presente en el cierre de las actividades por los 40 años de la última dictadura militar, organizado por la Comisión Provincial por la Memoria, con su último espectáculo Crotera, en la plaza 25 de mayo, de Resistencia. 
La Chicharra está formada por músicos, actores y admiradores del género murga estilo uruguaya de las provincias de Chaco y Corrientes. En esta oportunidad y para el cierre de las actividades por la Memoria, Verdad y Justicia, presentarán su último espectáculo Crotera, una historia sencilla y de rasgos alegóricos que gira en torno a un grupo de personajes de la vida cotidiana. La trama relata las vivencias, los vínculos y los pensamientos que comparten estos personajes que un día deciden salir de sus comodidades para mostrarse tal cual son, aceptando la vida de crotera intelectual, religiosas, económicas. Crotera será interpretado por un coro de músicos y actores con las caras pintadas y vestuario llamativo que cantan como un ejército sonoro de bohemios grotescos. Una vez más la murga, género único y antojadizo, mezcla de narración, humor, crítica y  poética arrabalera, contará esta historia por medio de una sucesión de canciones con tono reflexivo y filosófico.
Los integrantes de La Chicharra son: Aitana Vallejos Malluguiza, Matías Manuel Parra, Víctor Vallejos Malluguiza, Tony Romero, Ramiro Urbina, Daniela Szelect, Paola Sosa, Gerardo Barrientos, Adriana Cuadrado, Jorge Maurel, Diego Leiva, Víctor Sikora, Silvina Ramírez, Luca Vallejos,  Fabián Bidegorry y Walter Carbonell. Los vestuarios están a cargo de Daniela Szelect y Víctor Vallejos Malluguiza, el entrenamiento vocal de Luis Ibarrola, la dirección escénica corresponde a Gerardo Barrientos y Walter Carbonell, la dirección musical es de Tony Romero y la producción general es de Murga La Chicharra.

HISTORIA DE LA CHICHARRA


En marzo de 2014, el músico y director de la murga La Traficante (Formosa), “Beto” Insaurralde, dictó un taller de murga en Resistencia. A partir de ese taller, y con la alegría a flor de piel, surgió la idea de convocar artistas locales para armar una murga estilo uruguaya. Una vez encaminados, ya teníamos integrantes y director musical, solo nos faltaba un lugar fijo para ensayar y un nombre. Un día, gracias a la particularidad de una de nuestras cantantes de imitar perfectamente el canto de la chicharra, hubo un momento de complicidad donde sin mediar más palabras, dijimos al unísono “La Chicharra”. Así tuvimos nuestro nombre. Causalidades de la vida, la chicharra refleja lo autóctono de la zona litoraleña, estas cantan en las temporadas de mayor calor que coinciden con nuestra época de carnaval. Es ahí cuando las murgas recorren los barrios llevando sus canciones de críticas sociales, con matices de humor y bufonadas.
La Chicharra realizó su debut en el primer Festival de Teatro Comunitario de Corrientes, y al poco tiempo nos presentamos en Resistencia en el marco del festival murguero en la plaza España, oportunidad en la que compartimos escenario junto a la murga Los Herederos del mate. En octubre fuimos número de cierre del festival inclusivo Arte Universo en el Complejo Cultural Guido Miranda. En ese tiempo realizamos también un curso de capacitación con el reconocido murguero Jesús Fernández  y el director musical de la murga uruguaya Falta y Resto, Leandro Castro Lazaroff.
La Chicharra ya está volando por el litoral pero hace sus paradas cuando escucha el redoble de un tambor, flamean los banderines de colores y se encienden las bombitas amarillas en algún escenario.

lunes, 21 de marzo de 2016

Celebrar el Día Mundial de la Poesía - Mensaje de la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova


Shakespeare, de cuya muerte se cumplen ahora 400 años, escribió en El sueño de una noche de verano que la imaginación del poeta «va dando cuerpo a objetos desconocidos, su pluma los convierte en formas y da a la nada impalpable un nombre y un espacio de existencia».

Al rendir homenaje a aquellas y aquellos para quienes la palabra libre, fuente de imaginación y de actuación, es el único instrumento, la UNESCO reconoce el valor de la poesía como símbolo de la creatividad de la mente humana. Al dar forma y palabras a lo que todavía no tiene ni una cosa ni la otra (la belleza inexplicable que nos rodea, los enormes sufrimientos y la miseria del mundo), la poesía contribuye a la expansión de nuestra humanidad común, y ayuda a hacerla más fuerte, más solidaria y más consciente de ella misma.
Las voces que transmiten la poesía contribuyen a realzar la diversidad lingüística y la libertad de expresión. Colaboran en el esfuerzo mundial en favor de la educación artística y la difusión de la cultura. A veces, la primera palabra de un poema es suficiente para recuperar la confianza ante la adversidad y encontrar el camino de la esperanza frente a la barbarie. En la época de la robotización la inmediatez extrema, la poesía también abreun espacio de libertad y aventura inherente a la dignidad humana. Cada cultura tiene su arte poético, ya sea el arirang coreano, la pirekua mexicana, el hudhud de los Ifugao, el alardah saudí, el görogly turkmeno o el aitys kirguís, y se sirve de él para transmitir conocimientos, valores socioculturales y una memoria colectiva que fortalecen el respeto mutuo, la cohesión social y la búsqueda de la paz.
En este día quiero rendir homenaje a los profesionales, comediantes, narradores y desconocidos que están comprometidos con la poesía y a través de ella, mediante recitales realizados en la sombra y a la luz de los proyectores, en los jardines y en las calles. Hago un llamamiento a todos los Estados Miembros para que apoyen este esfuerzo poético que tiene la capacidad de unirnos, con independencia del origen o las creencias, a través de lo más profundo que tiene la humanidad.
Irina Bokova

viernes, 18 de marzo de 2016

Las revistas culturales sumaron su repudio al Protocolo antimanifestaciones

Asociación de Revistas Culturales

La Asociación de Revistas Culturales Independientes de Argentina (AReCIA) participó de la audiencia pública de repudio al protocolo de seguridad del Gobierno nacional, en la que advirtió que la libertad de expresión “es un bien social que está protegido y garantizado por las más altas normas jurídicas nacional e internacionales” y que la intención de limitarla es “ilegal”. Durante la actividad, organizada en la Cámara de Diputados por el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBa) y que contó con la participación de legisladores del Frente de Izquierda y de los Trabajadores y Libres del Sur, así como organizaciones gremiales, organismos de derechos humanos y expertos en libertad de expresión, también reclamó la derogación de la Ley Antiterrorista que “atenta contra derechos constitucionales”.

Durante su exposición, a cargo de la secretaria de prensa Claudia Acuña junto a la abogada asesora —experta en derecho y violencia institucional— Verónica Heredia, AReCIA dejó en claro que, a la fecha, el Protocolo de Seguridad no existe. “El protocolo aún no fue publicado en el Boletín Oficial así que no existe más que en medios corporativos de comunicación”, remarcó Acuña, quien advirtió que su anuncio “es solo una declaración de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien seguramente alegará su derecho a expresarse libremente para justificar lo injustificable: el mentado ‘Protocolo’ no tiene entidad jurídica real pero ya tiene dos procesados. Es decir se aplicó de facto”.
Ante las diputadas del FIT Myriam Bregman y Soledad Sosa, y de Libres del Sur Federico Masso, AReCIA también remarcó que “todos los gobiernos desde 2001 intentaron limitar las voces disidentes que se expresan en el espacio público” y recordó que en 2003 realizó una presentación ante el Relator para la Libertad de Expresión de la OEA, quien coincidió con el encuadre de la asociación: “La criminalización de la protesta social, la concentración de medios y la censura forman parte de una misma máquina que el Estado activa cuando pretende destrozar derechos”, aseguró el colectivo de revistas culturales. Rereferentes de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPren), del Círculo Sindical de Prensa y la Comunicación (Cispren), la Asociación de reporteros Gráficos (Argra), la Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA), el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la Asociación de Abogados Laboralistas, la Coordinadora contra la represión Policial e Institucional (Correpi) y la Asociación de Profesionales en Lucha también participaron de la audiencia.

Para la asociación, el protocolo repudiado, al que calificó de “fantasma”, “está siendo usado con dos objetivos concretos: desalentar la participación en movilizaciones y garantizar la impunidad de la represión”. Por último, advirtió que el hecho de que “políticas de Estado se padezcan en los cuerpos de los manifestantes cuando no tienen más entidad que los dichos en un talk show no solo es poco serio. Es ilegal y los funcionarios deben responder por ello”.

Por ello, exigió la sanción de una norma que “de manera directa penalice a los funcionarios responsables de impartir órdenes que deriven en muerte y violaciones a derechos humanos durante manifestaciones, es decir mientras las y los ciudadanos ejercen el derecho constitucional a expresarse libremente en el espacio público”. También a Bullrich y a los gobernadores de las provincias que se abstengan de promover la ilegalidad del uso de la fuerza pública y que se derogue la Ley 26.734 “mal llamada antiterrorista que claramente atenta contra los derechos constitucionales”.

jueves, 17 de marzo de 2016

"En tu nombre. Dolor reciclado", de Cecilia De Vecchi - Historia de nueve madres que perdieron sus hijos en hechos de violencia




Cecilia De Vecchi
Con la colaboración de Melina Abrutin
Fotografías de Ana Conde

“La resiliencia es la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas, e incluso, ser transformados por ellas. Silvia Irigaray, Elsa Gómez, Nora Iglesias, Marta Canillas, Viviam Perrone, Isabel Yaconis, Elvira Torres, de Madres del dolor, Isabel Vázquez, de Madres contra el Paco y Rosa Bru, de la Asociación Miguel Bru, son el ejemplo de esta capacidad”.

En tu nombre cuenta la historia de estas nueve madres que, a partir de la pérdida de un hijo o hija, víctimas de diferentes hechos de violencia que se podrían haber evitado, han transitado ese dolor reclamando justicia, mediante la lucha y acciones concretas en beneficio de la sociedad.

De ellas surgieron también organizaciones sociales que hoy trabajan contra la violencia de género, el narcotráfico, la violencia institucional, los accidentes viales, los secuestros y la negligencia estatal dentro de los espacios públicos.

Cecilia De Vecchi nació en Montevideo, Uruguay, el 17 de agosto de 1976. Es periodista y escenógrafa. La literatura, relegada en un principio al universo lúdico, fue cobrando importancia hasta convertirse en una herramienta puesta al servicio de los demás. Así surge En tu nombre, el primero de una serie de libros de investigación. A través de entrevistas realizadas a las y los protagonistas y de un minucioso trabajo documental, la autora está desarrollando nuevos relatos de mujeres y hombres que luchan por revertir sus tragedias: Vanesa Toledo (Tragedia de Once), Franklin Rawson (Angeles Rawson). Martin Kremen. Historia de un luchador. Ironman 2015 con el síndrome de Usher.
En la actualidad se encuentra en proceso de investigación de la fe de los argentinos (Santos Paganos) y casos de femicidios.

Prensa: Luciana Barruffaldi
15.6006.0278

 

Carlo Rovelli (fisico italiano) en Argentina



CARLO ROVELLI EN ARGENTINA INVITADO POR LA UNSAM
El físico italiano Carlo Rovelli será invitado de la cuarta edición de Narrativas de lo Real, un ciclo de encuentros organizados por el programa Lectura Mundi de la Universidad Nacional de San Martín que propone un diálogo experimental entre la literatura y otros ámbitos de conocimiento. En esta ocasión, el lema será “Tiempo y Ficción. Variaciones desde la física, la cronobiología y la música” y el debate y discusión sobre sus complejas y apasionantes relaciones, tensiones, resonancias e implicancias mutuas serán abordadas  por Rovelli junto con Diego Golombek, doctor en biología, Alberto Rojo, músico y científico, y Bruno Arpaia, escritor, periodista y traductor italiano, el 6 de abril a las 18.00 en el Centro de Arte Experimental de la UNSAM (Sánchez de Bustamante 75, CABA).
La jornada se iniciará con presentación del libro Siete breves lecciones de física de Rovelli, publicado recientemente en la Argentina, y a continuación se desarrollará la mesa “Tiempo y Ficción. Variaciones desde la física, la cronobiología y la música”, que incluirá las exposiciones “La naturaleza del tiempo”, por Rovelli; “El tiempo del lado de adentro”, por  Golombek, y “Tiempo y música”, a cargo de Rojo. La entrada a la actividad, que concluirá con un número musical, será libre y gratuita.
Un día antes, el martes 5 de abril a las 18:00, Rovelli será distinguido en el Teatro Tornavía del Campus Miguelete de la Universidad con el título Doctor Honoris Causa de la UNSAM, ocasión en la que brindará la conferencia “Gravedad cuántica: ¿Qué sabemos sobre la naturaleza cuántica del espacio y del tiempo?”.

Fiestón Litoraleño - Centro Cultural Alternativo - Chaco

¡FIESTÓN CHAMAMECERO!
Cecual de fiesta con Gabriel Cocomarola y Quinteto

El Centro Cultural Alternativo (Santa María de Oro 471) del Instituto de Cultura se prepara para la primera fiesta litoraleña del año. El viernes 18 de marzo a las 22:00, Gabriel Cocomarola, referente de la más pura estirpe chamamecera, se presentará junto a Santiago Sheridan en la voz, las guitarras de Facundo y Samuel Rodríguez y Julio Ramírez, acordeón sobresaliente de la escena chaqueña. El destacado trío local que integran el acordeonista Lucas Monzón, Néstor Pelado Ferreyra en la voz  y Leo Rodríguez en guitarra y abrirá esta nueva velada de Difusión Masiva del Chamamé. La entrada es libre y gratuita.

Nombres con peso propio en la mística litoraleña, como Gabriel Cocomarola -nieto del  mítico Taita del chamamé- y Santiago Sheridan -hijo, del maestro Bocha Sheridan-, los fuelles más destacados de la escena chaqueña, como Julio Ramírez y Lucas Monzón, y un virtuoso seleccionado de artistas harán de los patios cecualeros una fiesta litoraleña en toda su expresión.

Además los asistentes podrán disfrutar del renovado Cecual Bar, con nuevos sabores, delicias saludables y la infaltable alegría del brindis. También podrán visitar el renovado salón del Espacio de Diseño, con novedades en arte y diseño con impronta regional.

La noche es una propuesta del proyecto Difusión Masiva del Chamamé, que difunde distintas expresiones litoraleñas y llena los patios con la más pura música de nuestra región y centenares de chamameceros que disfrutan de la música, el baile y el brindis. Cuenta con el apoyo de la Ley de Mecenazgo. 


CHAMAMECERO DE LEY 

Gabriel Cocomarola. Joven músico, heredero de un legado musical que tiene nombre y apellido y forma parte de las raíces culturales y chamameceras de Corrientes. Nieto del legendario Tránsito Cocomarola e hijo de don Coquimarola, Gabriel conserva el estilo que impusieron sus mayores pero también se anima a explorar nuevos caminos que revitalizan esta música litoraleña. Es así que Gabriel explora también otros géneros y le imprime a su producción un sello personal propio de su juventud. Gabriel adoptó individualmente la decisión de sumarse a la historia musical de la familia.

lunes, 14 de marzo de 2016

¡Última visita en diálogo! Valeria González, directora de la Casa Nacional del Bicentenario.


“El Aleph”: la multiplicidad infinita del universo - Fernando Chelle

Enviado por Letralia, Tierra de Letras


 Un acercamiento al cuento paradigmático de la literatura borgiana, considerado por diversos críticos literarios como una de las mejores ficciones del siglo XX.
El texto elegido para comentar en este artículo literario pertenece al escritor argentino Jorge Luis Borges (Buenos Aires, Argentina, 24 de agosto de 1899; Ginebra, Suiza, 14 de junio de 1986). Se trata de un cuento titulado “El Aleph”, considerado por cierta parte de la crítica literaria mundial como una de las mejores ficciones del siglo XX. El texto fue publicado por vez primera en la revista Sur en el año 1945 y posteriormente formó parte del libro homónimo que publicó la Editorial Emecé de Buenos Aires en 1949.
A la hora de describir la multiplicidad de las cosas del universo que refleja el Aleph el narrador se enfrenta a la imposibilidad de hacerlo de forma completa mediante un instrumento tan limitado como el lenguaje humano.
Este cuento paradigmático de la literatura borgiana es el que cierra un libro que contiene diecisiete relatos, donde de alguna manera cada uno de ellos trata sobre algún conjunto en particular (sobre algún catálogo), y donde se encuentran los temas más recurrentes del autor argentino; el tiempo, la muerte, la inmortalidad, la búsqueda del conocimiento vinculada a la curiosidad, la cábala, los laberintos, las bibliotecas, la referencia a diferentes obras del canon universal, la incapacidad del ser humano de enfrentarse a la eternidad, el universo, la infinitud, los dioses, el azar, entre otros. La obra toma el nombre del símbolo matemático א (número álef), que señala el tamaño de conjuntos infinitos y que para las doctrinas místicas de la Cábala significa la multiplicidad infinita del universo. En esta primera letra del alfabeto hebreo, los místicos judíos vieron la raíz espiritual de todas las letras, una letra que las contiene a todas y por ende contiene todos los elementos del lenguaje humano. Según esta tradición la letra álef es un símbolo del universo y de la voluntad divina ya que fue la única letra que los mortales escucharon de la voz de Dios. Este libro de Borges, donde confluyen lo tradicional y lo metafísico, está escrito con una prosa, si bien profunda, sobria, fácil de leer, posee la virtud de abordar temas sumamente complejos en tramas sencillas, esto lo podemos ver claramente en el cuento elegido para el artículo, donde si bien se recrea una experiencia trascendental, la narración es simple, lineal.
El cuento está narrado en primera persona por un narrador protagonista, que curiosamente tiene el mismo apellido que el autor. Esto no es más que un juego que utiliza el escritor de la narración que ayuda a que aparezcan desdibujados los parámetros que separan la realidad de la ficción y que se suma a otros elementos de carácter verosímil que aparecen en el texto y que forman parte de una realidad reconocible.
Esta obra tiene como principal tema la experiencia del enfrentamiento de un individuo, en este caso el narrador protagonista, al infinito, representado en un objeto llamado el Aleph, que no es otra cosa que un punto en el universo (microcosmo) que contiene a su vez todos los puntos del universo (macrocosmo). Borges-autor ha utilizado en este relato de características fantásticas un procedimiento consistente en ubicar un objeto de características simbólicas en un ámbito cotidiano y real como es un sótano en plena ciudad de Buenos Aires. Lo fantástico se caracteriza por incluir lo sobrenatural en lo cotidiano, en el caso de este cuento no solo que se narran acontecimientos completamente realistas sino que estos acontecimientos están anclados en una realidad perfectamente reconocible, verosímil, allí está no solo la ciudad de Buenos Aires, sino también el barrio Constitución, los nombres de autores como Juan Crisóstomo Lafinur y Pedro Enrique Ureña entre otras referencias del mundo real. Esto le permite al autor jugar con una realidad verosímil, ficcionalizarla y luego adentrarse en otra dimensión fantástica que es donde se encuentra el Aleph.
A la hora de describir la multiplicidad de las cosas del universo que refleja el Aleph el narrador se enfrenta a la imposibilidad de hacerlo de forma completa mediante un instrumento tan limitado como el lenguaje humano y por esa razón es que acude a enumeraciones caóticas, que de alguna manera lo acercan a una sucesión interminable. Pero si bien este es el tema central del relato hay otros dos que también forman parte del eje narrativo del cuento, ellos son: la relación de amor frustrado entre Borges-protagonista y la desaparecida Beatriz Viterbo y por otro lado la relación de carácter personal y literario que mantiene Borges-protagonista con el primo de Beatriz, Carlos Argentino Daneri.
El relato se podría dividir en tres momentos: en primer lugar, los hechos que suceden en la vida del protagonista antes de la contemplación del Aleph, luego la contemplación propiamente dicha y por último las reflexiones que despierta en el personaje la contemplación del maravilloso objeto.
Luego de dos breves citas, una tomada de Shakespeare y otra del Leviathan, comienza el relato haciendo referencia a la muerte de Beatriz Viterbo, amiga del narrador protagonista. En la primera parte del relato, que se corresponde con los hechos que le suceden a Borges-protagonista antes de la contemplación del Aleph, el personaje nos cuenta cómo se fue haciendo un visitante frecuente de la casa de su difunta amiga, lugar donde se encuentra con el padre de Beatriz y fundamentalmente con su primo, Carlos Argentino Daneri, autor de un poema titulado “La tierra” con el que intenta mostrar toda la redondez del planeta. El personaje Borges mantiene extensas charlas con Daneri, que le sirven al Borges-autor para dar sus puntos de vista sobre diferentes conceptos referentes al mundo literario. Satíricamente el autor ha creado un personaje como Daneri que es quien personifica dentro de la narración la imagen de un seudopoeta, consagrado por premios nacionales, es indudable la crítica implícita que se hace a la mala literatura por parte de Borges ya que las estrofas transcritas del primo de Beatriz, y que éste considera valiosas, no son más que torpes versificaciones extravagantes. En una ocasión, Daneri llama por teléfono a Borges para invitarlo a tomar la leche en el bar de Zunino y de Zungri, los propietarios de la casa de la calle Garay donde tradicionalmente había vivido. Allí le lee algunas estrofas del poema y Borges teme que Daneri termine pidiendo que le prologue el libro, cosa que no sucede ya que el pedido que le hace apunta a que Borges funcione como un intermediario con el escritor Álvaro Melián Lafinur, para que este último prologue la obra. En una primera instancia Borges acepta cumplir la función de intermediario y hablar con Lafinur, pero una vez que se despide de Carlos Argentino Daneri, lo piensa mejor y decide no hacerlo y hacerse responsable de su decisión. Meses después Borges recibe otro llamado de un desesperado Daneri quien le cuenta que Zunino y Zungri planeaban derrumbar la casa de la calle Garay, lugar donde, le cuenta a modo de confesión, hay en el sótano un Aleph, un espacio donde se confunden todos los espacios del orbe, el cual había descubierto desde niño y ahora le era necesario para culminar una novela que estaba escribiendo. Ante estas palabras, Borges se sintió tentado de ir inmediatamente a conocer el maravilloso objeto. Una vez en la casa, Daneri ofrece a Borges una copa de coñac, lo invita a bajar al sótano y le indica la posición que debe adoptar para poder contemplar el Aleph. Por un momento Borges sospecha que Daneri lo quiere matar y que su curiosidad lo había hecho caer en la trampa, pero nada de eso sucedió sino que al cabo de seguir los pasos que Daneri le había indicado para poder ver el objeto finalmente pudo contemplar el universo en un punto preciso. Así es que el maravillado protagonista ve una esfera cuyo centro está en todas partes y la circunferencia en ninguna, un objeto donde se refleja el Todo, sin límite de espacio y donde el tiempo son todos los tiempos fusionados en una realidad simultánea, ve diversos sitios de diferentes lugares, ve el pasado, el presente y el futuro y accede en ese momento a los más recónditos secretos que guarda el universo. La fantástica contemplación, hace sentir al protagonista infinita veneración e infinita lástima y sólo atina a decirle a Daneri, quien busca la complicidad de su invitado, “Formidable. Sí, formidable”. Borges elige no hablar con su anfitrión de la magnífica visión y lo termina instando a que finalmente aproveche la demolición de la casa para alejarse definitivamente del Aleph. Nunca sabemos si son coincidentes las visiones que tienen ambos personajes acerca del Aleph, Borges opta por no contestar la pregunta que le hace Daneri: “¿Lo viste todo bien, en colores?”.
El cuento finaliza con una posdata donde el protagonista informa que la casa fue finalmente demolida en 1943 y por ende el Aleph fue destruido. También hace referencia a la suerte que corrió Daneri como escritor y a dos circunstancias sobre la naturaleza del Aleph, una sobre su origen y otra sobre su posible falsedad; estas reflexiones están basadas en citas de algunos textos de autores clásicos y de otros contemporáneos. A las distintas hipótesis sobre lo sucedido con el objeto, el protagonista suma la posibilidad de que lo haya visto pero lo haya olvidado.
Es innegable el paralelismo que se podría establecer en este relato con algunos pasajes de obras como La Divina Comedia, de Dante Alighieri, donde Beatriz Viterbo sería comparable a Beatriz Portinari, porque es gracias a ella que Borges al igual que Dante puede llegar a la divinidad, en este caso representada en el Aleph. Algo similar sucedería con La República, de Platón, donde se podría comparar el descenso al sótano con el mito de la caverna, donde los personajes están inmóviles y ven imágenes que vienen a sustituir la realidad, pero tanto estos paralelismos como las numerosas posibles interpretaciones que podemos hacer del cuento desde distintos puntos de vista que irían desde lo literario, pasando por lo filosófico y lo teológico, serían parte de un estudio que excede a este artículo que ha intentado ser simplemente un acercamiento a un texto imprescindible en la literatura del pasado siglo

martes, 8 de marzo de 2016

Anahí Lazzaroni: sus respuestas y poemas Entrevista realizada por Rolando Revagliatti

(Continuación del artículo publicado el día 3 de marzo ppdo.)

10 — Una antología hay, sólo editada en soporte electrónico, “Máquina sur- Poesía actual de la Patagonia”, con selección y prólogo de la poeta Luciana A. Mellado, en la que has sido incluida con treinta autores más. ¿Cuál es tu propia visión de la “poesía patagónica”? ¿Qué la distingue?
          AL — Cuando comencé a leer poesía patagónica me sorprendió la similitud con la mía. Descubrí que no había inventado la pólvora. La falta de barroquismo, cierta transparencia, la conexión con el paisaje y la naturaleza.
          11 — Es a la novelista que no fue a quien le pregunto: ¿cuáles serían las dos o tres novelas que más has leído o recordás? ¿Procuraste escribir cuentos? En narrativa breve, ¿a quiénes destacarías?
          AL — ¿Tres novelas que me hayan impactado?: “Doktor Faustus” de Thomas Mann, “La luz argentina” de César Aira (la leí como seis o siete veces y no sé decir qué es lo que me deslumbra, por qué me atrae tanto), "El barón rampante" de Italo Calvino. 
          Intenté escribir cuentos pero no sirvo, soy un desastre. 
          Además de Jorge Luis Borges, destaco a Rodolfo Fogwill, y dos argentinas actuales: Samanta Schweblin y Selva Almada.
          12 — Burucúa, confesaste, te sorprendió. ¿Qué dirías que te sorprendió del ensayo de María Emilia Graf sobre tu poética?
          AL — Es muy raro leer un estudio sobre tu propia poesía, escrito además por una persona que no conocés. No sé si se puede manejar la imparcialidad. Hubo puntos en los que no pude reconocer mi trabajo, y en otros sí. Todavía me llama la atención que hayan elegido mi obra para realizar una tesis de licenciatura.
          13 — ¿Caravaggio (1571-1610), Raquel Forner (1902-1988), Rembrandt (1606-1669), Francisco de Goya (1746-1828), Leonora Carrington (1917-2011) o Pierre-Auguste Renoir (1841-1919)?
          AL — Ninguno de ellos. Giorgio de Chirico (1888-1978), Remedios Varo (1908- 1963), El Greco (1541-1614), René Magritte (1898-1967) y el argentino Antonio Seguí (1934).
          14 — ¿Qué hace el Arte por nosotros?
          AL — Depende: para nosotros los artistas y para quienes tienen una sensibilidad adecuada para sentirlo y comprenderlo, significa mucho. Para quienes les falta esa posibilidad, el arte no les sirve para nada. En cambio, a tantos nos salva de la desesperación la mayor parte de los días.
          15 — “No hay otra expresión crítica relevante a una película que decir ‘Me gusta’ o ‘No me gusta’. El resto es literatura. Toda crítica no es más que literatura: mala, buena o regular.” Así se expresa Guillermo Cabrera Infante en su “Prólogo: La sonrisa de un crítico”, introducción al volumen “El cine estilográfico” de Vicente Molina Foix (Anagrama, España, 1993), quien en sus propias líneas iniciales manifiesta: “La crítica cinematográfica fue mi primer amor literario.” ¿A dónde te llevan estas afirmaciones?
          AL — En nuestro país casi no existe la crítica literaria seria, por lo menos en suplementos culturales y revistas, sean en papel o electrónicas. Por lo general reina el amiguismo, las críticas pagas o son sólo reseñas.
          16 — ¿Con qué escritores/as (de cualquier época) te gustaría trabarte en una interesantísima discusión? ¿Sobre qué temas?...
          AL — Detesto cada vez más las discusiones; nadie convence a nadie, las cosas funcionarían mejor si supiéramos respetar al otro. Desde sus ideas a su forma de ser. Tampoco (me parece) existen en la literatura temas de vida o muerte. ¿Serán necesarias las conversaciones acaloradas por hache o por be? Me complace hablar con los escritores que valoro, soy de escuchar y disfruto del encuentro. Como resido tan lejos de Buenos Aires puedo darme el lujo de tener amigos en todas las capillas literarias sin pertenecer a ninguna.
Regresando a lo más específico de tu pregunta, me hubiera encantado charlar con el poeta entrerriano Alfredo Veiravé [1928-1991]: tuvimos contacto epistolar durante varios años, no alcancé a conocerlo personalmente.
          17 — ¿Qué transformación creés que ha tenido tu escritura desde “Dibujos” hasta el presente?
          AL — Se fue estilizando, puliendo, espero haber logrado haikus aceptables. Lo destaco porque en “Dibujos” incluí poemas muy breves, ya iba acercándome a esas estructuras.
          18 — ¿Qué condiciones advertís en aquellos que más admirás?
          AL — Pasión casi enfermiza por las humanidades y/o el arte en general, el estudio, el conocimiento, don de gentes y un sentido del humor arrollador. Tengo la suerte de ser amiga de gente que admiro y la risa, por suerte, suele acompañarnos.
          19 — ¿Qué literatura te interesa porque te incomoda o desubica?
          AL — Ninguna en especial. Aunque puedo decirte que sí me desubican los "Diarios" de Franz Kafka; su neurosis obsesiva me incomoda mucho. 
          20 — ¿Qué opinión te merecen las ediciones digitales? ¿Alguno de tus poemarios es hallable en la Red en soporte-e?
          AL — Sigo prefiriendo las ediciones tradicionales, el contacto con el papel, la independencia de no tener que cargar la batería. Aunque cada tanto leo libros en ese formato y los e-readers me parecen ideales para viajar con el equipaje liviano. En cuanto a mis libros, habría que buscar con paciencia: cuando subieron uno o dos no lo hicieron en un verdadero soporte electrónico.
          21 — ¿La insensibilidad ante el horror es una forma de ignorancia?
          AL — No sé, en una de esas es una patología: los psicópatas son insensibles; puede influir la falta de educación, o la costumbre, que hace el efecto de anestesia. Yo no generalizaría.
          22 — Dos textos de “El poema se va sin saludarnos” llevan por título “Ushuaia” (IV y V); en “Bonus track” uno es “En el fin del mundo”; en “A la luz del desierto”, en la primera sección, “La ciudad”, damos con “Noticias de la ciudad”  (uno y dos) y con “Anotaciones sobre la ciudad” (uno y dos). “En”, “de” y “sobre”: ¿qué es posible que les trasmitas, por ejemplo a nuestros lejanísimos lectores en “el principio del mundo”, respecto de cómo ha ido transformándose “Ushuaia” en las últimas cinco décadas.
          AL — Pasó de ser un pueblo de alrededor de cinco mil habitantes a una ciudad de setenta mil. Es lo que los antropólogos llaman una sociedad pionera donde pareciera que siempre todo está por realizarse. Además es una población de tránsito: mucha gente se radica durante un lapso y luego se va. Y esa modalidad produce desarraigo. Una vaga idea de la ciudad y sus sombras la expresé en mi último poemario: de allí transcribo “Graffiti”: “Alguien debería dibujar de un modo impecable / el mapa de una ciudad loca / a la que abofetea el viento. // Bordeada por un mar gris y murallas de piedra / con gentes de poco hablar / navegando sus propios océanos. // Nombro una ciudad que no está muerta ni viva.”
  
Anahí Lazzaroni selecciona poemas de su autoría para acompañar esta entrevista:
  
Leyendo diarios
 Un cocodrilo del siglo diecinueve  
bosteza.
¿El río?
Cualquier río fangoso 
de África lejana.
Animal de sanas y sabias costumbres    
si vinieras  
y devoraras este caos perfecto  
no harías otra cosa   
que embellecer   
el mundo

(de “Bonus Track”)


Anahí Lazzaroni: sus respuestas y poemas

Anahí Lazzaroni: sus respuestas y poemas
 
Entrevista realizada por Rolando Revagliatti
 
 
 
Anahí Lazzaroni nació el 30 de agosto de 1957 en la La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, la Argentina, y reside desde el 24 de diciembre de 1966 en Ushuaia, capital de la provincia de Tierra del Fuego. Fundó y co-dirigió la Revista “Aldea”. Poemas suyos han sido traducidos al francés, italiano, inglés, coreano, portugués y catalán. Ha colaborado en numerosas publicaciones periódicas nacionales y extranjeras en soporte papel y también electrónico. Fue incluida, por ejemplo, en los volúmenes “Antología del empedrado” (Libros del Empedrado, 1996), “Poesía argentina año 2000” (Tomo 1, selección y prólogo de Marcela Croce, Instituto de Literatura Argentina “Ricardo Rojas”, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, 1999), “Cantando en la casa del viento – Poetas de Tierra del Fuego” (selección y prólogo de Niní Bernardello, EDUPA Editorial Universitaria de la Patagonia San Juan Bosco, 2010), “Antología federal de poesía – Región Patagonia” (Editorial Consejo Federal de Inversiones, 2015), “La frontera móvil” (Antología de poesía contemporánea de la Patagonia Argentina, selección y prólogo de Concha García y epílogo de Luciana Mellado, Ediciones Carena, Madrid, España, 2015). Publicó los poemarios “Dibujos” (1988), “El poema se va sin saludarnos” (1994, en el volumen se incluye “Dibujos”), “Bonus track” (1999), “A la luz del desierto” (2004, en el volumen se incluye “Acechar el haiku”, poemario inédito hasta entonces), “El viento sopla” (2011). Se ha publicado en 2014, a través de la Editorial Académica Española, Madrid, España, el libro “Poesía de la Patagonia fueguina – Una aproximación a la obra de Anahí Lazzaroni” de María Emilia Graf.
 
 
 
 
          1 — A tus nueve años comenzaste a residir en la segunda ciudad más austral del mundo. ¿Cómo fue allí tu adaptación al colegio primario, a las bajas temperaturas, al viento, al maravilloso paisaje durante la presidencia de facto de Juan Carlos Onganía? ¿Y cómo fue tu adolescencia, tu colegio secundario ya concluyéndolo durante la constitucional presidencia de María Estela Martínez de Perón?
 
          AL — Mi madre, que era maestra y mi padre, que era abogado, atraídos por el modo de vida de ciudad chica, casi pueblo, decidieron que nos radicáramos aquí. Me acostumbré rápido aunque extrañaba tremendamente no poder ver televisión: era una verdadera teleadicta. Llegamos a fines de diciembre y recién en la primavera comenzó a transmitir el primer canal de televisión: recuerdo esos meses "oscuros". Completé lo que me restaba de la primaria en el Colegio “Don Bosco”, de los salesianos: el director y el profesor de religión, más algún otro que circulaba por ahí eran sacerdotes; al frente de los grados se desempeñaban maestras laicas. Era una institución muy exigente en la conducta y en el estudio. Como yo padecía de una timidez galopante no me resultaba difícil lidiar con el buen comportamiento, tampoco con la aplicación. Los primeros inviernos fueron mi regocijo: contraje gripes que me permitieron olvidarme del colegio durante unos quince días por ciclo escolar. Los fines de semana circulaba en trineo por las calles del barrio. Igual, más allá de todo esto, yo era solitaria. La vida, a causa de mi acondroplasia, el tipo más común de enanismo, se me hacía ardua; no eran épocas de psicólogos ni de psicoanálisis, por lo menos para la gente de clase media de provincias.
          En cambio fui feliz en mi adolescencia. Cursé el secundario en el Colegio Nacional y Polivalente “José Martí”. Fue a mediados de los ‘70, en una fiesta en Buenos Aires, cuando le comenté a un cineasta cubano sobre el nombre de ese establecimiento al que había asistido y casi me abraza de la emoción. Si el “Don Bosco” era duro, el “José Martí” simbolizaba la libertad. Estudiaba lo mínimo para no llevarme materias, lo único que me interesaba era leer, escuchar música y salir con mis amigos como cualquier adolescente. 
          Sabía, sí, en mi niñez, que Onganía no había sido elegido por el pueblo, que era de temer, y que en la revista "Tía Vicenta" el humorista Landrú lo apodaba la Morsa. De la presidencia y derrocamiento de María Estela de Perón no sé... Cada tanto, leía libros como "El 45: crónica de un año decisivo” de Félix Luna o "La saga de los Anchorena" de Juan José Sebreli. Pero carecía de una cabal conciencia de la transcendencia histórica de todo aquello.
 
 
          2 — A tus diecinueve años concurriste al Curso Intensivo de Poesía Argentina Contemporánea dictado en Ushuaia por la también platense y reconocida escritora Ana Emilia Lahitte (1921-2013).
 
          AL — Sí, me fue muy útil: gracias a Ana Emilia se argentinizaron mis lecturas. Accedí a autores que sin ese curso hubiera demorado en descubrir. El enorme
deslumbramiento fue con Alejandra Pizarnik. En el verano de 1977, trasladada por un ómnibus que iba de Buenos Aires a la ciudad de Rosario, la leí por primera vez: tenía conmigo su sexto poemario: "Extracción de la piedra de locura". Acá no había librerías, vendían algunos libros en una casa de importación y también estaba la Biblioteca, que poseía sólo unos diez mil títulos. Cuando viajaban amigos o familiares a ciudades más pobladas, yo aprovechaba para que me proveyeran de parte de lo que iba necesitando. Ana Emilia tenía mucho carácter, me atemorizaba un poco. Imaginate, yo recién comenzaba a escribir más o menos en serio y ella era la desmesura en persona, altiva y algo teatral. Fue mas tarde que reconocí su generosidad con los poetas en ciernes.
 
 
          3 — ¿Y de esa sostenida sensación de libertad, de liberalización, de fluidez social obtenida durante tu secundario, ya egresada, Anahí, ya recorriendo tu década de veinteañera, cómo prosiguió tu propensión a ensimismarte, a recluirte? ¿Cómo fuiste elaborando, asumiendo, resolviendo las limitaciones que te imponía la acondroplasia en las siguientes etapas de tu vida?
 
          AL — Ahí se vino la noche: todos mis amigos del colegio viajaron a estudiar a Buenos Aires, aquí no había Universidad, terciarios ni nada donde se pudiera continuar los estudios. Regresaban para las vacaciones, y sólo algunos.
          Quería escribir, sabía que para ello debía prepararme, y me dediqué a leer y leer durante muchas horas por día. Para mí eran más reales los personajes de las novelas rusas (León Tolstoi, Fiódor Dostoievski, Nikolái Gógol, Máximo Gorki) que los habitantes de la ciudad. Fue una década de intensa soledad y muy poca comunicación. Publiqué mi primer libro, "Viernes de acrílico", en julio de 1977, un mes antes de cumplir veinte años. El ensimismamiento me duró hasta los treinta; de ahí en más me convertí en una persona más sociable y mi enanismo dejó de ser una carga tan pesada.
 
 
          4 — “Aldea” incluía poca literatura: así y todo, ¿a qué autores divulgaron? ¿Con quién compartías la dirección y cuál ha sido el perfil de la revista?
 
          AL — Publicamos cuarenta y nueve números entre 1986 y 1994. Obtuvo en 1989 el Premio “Santa Clara de Asís”. Informábamos sobre temas vinculados a Tierra del Fuego: historia, antropología, arquitectura, etc. La dirigí junto con mi hermana, Alicia Lazzaroni: la idea del proyecto era de ella, yo acompañaba. Dolores Etchecopar es una de las poetas argentinas que difundimos; literatura de afuera, poco y nada. Otros colaboradores han sido el sociólogo José Luis de Ímaz (1928-2008), Enrique S. Inda, Jorge García Basalo, Ernesto Piana, la novelista Diana Alonso, el antropólogo Guillermo Magrassi...
 
 
          5 — ¿Qué revistas literarias y culturales (en soporte papel) has ido valorando? ¿Qué medios electrónicos visitás con alguna continuidad?
 
          AL — Más que revistas valoraba los suplementos culturales de los diarios porque con ellos me formé. Leía casi todos: el de “La Nación”; el de “Clarín”, que se llamaba “Cultura y Nación” y era muy superior al que apareciera después, la revista “Ñ”; el de “Página 12”. Hasta alcancé a leer algunos números del famosísimo suplemento del diario “La Opinión”. Me complacía adentrarme en las revistas “Babel” y “Diario de Poesía”, así como en la española “Quimera”. En cuanto a lo electrónico circulo a la deriva: si advierto algo que subieron a Facebook y me atrae, cliqueo en el enlace; o cuando busco un autor o tema en Google y me lleva a una nota que aparece en alguna plataforma. Al blog que acudo con frecuencia es al del escritor peruano Iván Thays: http://ivanthays.com.pe/.
 
 
          6 — Prácticamente has ido desligando de tu bibliografía tus dos primeros poemarios, “Viernes de acrílico” (1977) y “Liberen a la libélula” (1980), así como un volumen en prosa titulado “En esta ciudad se escribirá una novela” (1989). Hasta donde sabemos por declaraciones, a éste último lo considerás un texto experimental y que “parece escrito por una verdadera demente”. ¿Qué te habías propuesto?
 
          AL — Ese texto lo escribí a los veintiocho años pero parecía escrito por alguien de dieciocho. Intentaba consolidar una parodia de la cotidianeidad de la ciudad. Impaciente, carecí de serenidad y afán de pulir y pulir en procura de obtener algo coherente.
 
 
          7 — Ha sido Octavio Paz quien te deslumbró a través de un ensayo sobre poesía japonesa. ¿Qué autores considerás insoslayables en la concepción de los haikus? ¿De qué modo —si explicarse pudiera— los “acechás”?
 
          AL — De los japoneses, el que prefiero es Masaoka Shiki (1867-1902): lo renovó, y es considerado también un gran maestro, a la par de Matsuo Basho, el más importante; además, Yosa Buson (1716-1784) y Kobayashi Issa (1763-1827); de los argentinos, Jorge Luis Borges. 
          Ahora reemplazaría la palabra acechar por esperar, y una forma de "esperarlos" es leer "El haiku japonés", del español Fernando Rodríguez Izquierdo. Un ensayo fundamental si quiere uno imbuirse de ese tipo de poesía.
 
 
          8 — Destaco una observación sobre tu poética formulada por el ensayista José Emilio Burucúa: “…sus alusiones, sus citas enmascaradas que abarcan desde Arquíloco hasta Alejandra Pizarnik”.
 
          AL — ¿Qué podría decirte? Me apasiona leer y, como a cualquier persona que lee mucho, al escribir le aparecen las influencias. Igual para mí, al principio, la mención de Arquíloco me sorprendió mucho.
 
 
          9 — Uno de los textos de “El poema se va sin saludarnos”, cuyo título es “Diciembre 1990”, lo dedicaste al poeta riojano Francisco Squeo Acuña (1938-2005). ¿Lo has conocido personalmente?
 
          AL — Sí, en Ushuaia. Francisco tenía familiares aquí. Vino a visitarlos y se contactó con la poeta ushuaiense Laura Vera, quien  me lo presentó una noche de verano en un bar. Durante un mes compartí con él, su mujer y otros poetas locales, numerosas comidas y reuniones. Después lo visité en su casa del barrio de San Telmo, en Buenos Aires. Me llamaba la atención que, no obstante su amplia cultura y haber vivido muy intensamente, fingía no leer. Doy fe de que tenía una buena biblioteca en la que se advertía el trajín que se le había dado a los libros.
          Por su intermedio conocí a su amigo y vecino, Juan Carlos Martini Real [1940-1996], autor de “Macoco” (Ediciones Corregidor, 1977), una de las tantas novelas que prohibió la dictadura.
 
 
          10 — Una antología hay, sólo editada en soporte electrónico, “Máquina sur- Poesía actual de la Patagonia”, con selección y prólogo de la poeta Luciana A. Mellado, en la que has sido incluida con treinta autores más. ¿Cuál es tu propia visión de la “poesía patagónica”? ¿Qué la distingue?
 
          AL — Cuando comencé a leer poesía patagónica me sorprendió la similitud con la mía. Descubrí que no había inventado la pólvora. La falta de barroquismo, cierta transparencia, la conexión con el paisaje y la naturaleza.
 
 
          11 — Es a la novelista que no fue a quien le pregunto: ¿cuáles serían las dos o tres novelas que más has leído o recordás? ¿Procuraste escribir cuentos? En narrativa breve, ¿a quiénes destacarías?
 
          AL — ¿Tres novelas que me hayan impactado?: “Doktor Faustus” de Thomas Mann, “La luz argentina” de César Aira (la leí como seis o siete veces y no sé decir qué es lo que me deslumbra, por qué me atrae tanto), "El barón rampante" de Italo Calvino. 
          Intenté escribir cuentos pero no sirvo, soy un desastre. 
          Además de Jorge Luis Borges, destaco a Rodolfo Fogwill, y dos argentinas actuales: Samanta Schweblin y Selva Almada.
 
 
          12 — Burucúa, confesaste, te sorprendió. ¿Qué dirías que te sorprendió del ensayo de María Emilia Graf sobre tu poética?
 
          AL — Es muy raro leer un estudio sobre tu propia poesía, escrito además por una persona que no conocés. No sé si se puede manejar la imparcialidad. Hubo puntos en los que no pude reconocer mi trabajo, y en otros sí. Todavía me llama la atención que hayan elegido mi obra para realizar una tesis de licenciatura.
 
 
          13 — ¿Caravaggio (1571-1610), Raquel Forner (1902-1988), Rembrandt (1606-1669), Francisco de Goya (1746-1828), Leonora Carrington (1917-2011) o Pierre-Auguste Renoir (1841-1919)?
 
          AL — Ninguno de ellos. Giorgio de Chirico (1888-1978), Remedios Varo (1908- 1963), El Greco (1541-1614), René Magritte (1898-1967) y el argentino Antonio Seguí (1934).
 
 
          14 — ¿Qué hace el Arte por nosotros?
 
          AL — Depende: para nosotros los artistas y para quienes tienen una sensibilidad adecuada para sentirlo y comprenderlo, significa mucho. Para quienes les falta esa posibilidad, el arte no les sirve para nada. En cambio, a tantos nos salva de la desesperación la mayor parte de los días.
 
 
          15 — “No hay otra expresión crítica relevante a una película que decir ‘Me gusta’ o ‘No me gusta’. El resto es literatura. Toda crítica no es más que literatura: mala, buena o regular.” Así se expresa Guillermo Cabrera Infante en su “Prólogo: La sonrisa de un crítico”, introducción al volumen “El cine estilográfico” de Vicente Molina Foix (Anagrama, España, 1993), quien en sus propias líneas iniciales manifiesta: “La crítica cinematográfica fue mi primer amor literario.” ¿A dónde te llevan estas afirmaciones?
 
          AL — En nuestro país casi no existe la crítica literaria seria, por lo menos en suplementos culturales y revistas, sean en papel o electrónicas. Por lo general reina el amiguismo, las críticas pagas o son sólo reseñas.
 
 
          16 — ¿Con qué escritores/as (de cualquier época) te gustaría trabarte en una interesantísima discusión? ¿Sobre qué temas?...
 
          AL — Detesto cada vez más las discusiones; nadie convence a nadie, las cosas funcionarían mejor si supiéramos respetar al otro. Desde sus ideas a su forma de ser. Tampoco (me parece) existen en la literatura temas de vida o muerte. ¿Serán necesarias las conversaciones acaloradas por hache o por be? Me complace hablar con los escritores que valoro, soy de escuchar y disfruto del encuentro. Como resido tan lejos de Buenos Aires puedo darme el lujo de tener amigos en todas las capillas literarias sin pertenecer a ninguna.
Regresando a lo más específico de tu pregunta, me hubiera encantado charlar con el poeta entrerriano Alfredo Veiravé [1928-1991]: tuvimos contacto epistolar durante varios años, no alcancé a conocerlo personalmente.
 
 
          17 — ¿Qué transformación creés que ha tenido tu escritura desde “Dibujos” hasta el presente?
 
          AL — Se fue estilizando, puliendo, espero haber logrado haikus aceptables. Lo destaco porque en “Dibujos” incluí poemas muy breves, ya iba acercándome a esas estructuras.
 
 
          18 — ¿Qué condiciones advertís en aquellos que más admirás?
 
          AL — Pasión casi enfermiza por las humanidades y/o el arte en general, el estudio, el conocimiento, don de gentes y un sentido del humor arrollador. Tengo la suerte de ser amiga de gente que admiro y la risa, por suerte, suele acompañarnos.
 
 
          19 — ¿Qué literatura te interesa porque te incomoda o desubica?
 
          AL — Ninguna en especial. Aunque puedo decirte que sí me desubican los "Diarios" de Franz Kafka; su neurosis obsesiva me incomoda mucho. 
 
 
          20 — ¿Qué opinión te merecen las ediciones digitales? ¿Alguno de tus poemarios es hallable en la Red en soporte-e?
 
          AL — Sigo prefiriendo las ediciones tradicionales, el contacto con el papel, la independencia de no tener que cargar la batería. Aunque cada tanto leo libros en ese formato y los e-readers me parecen ideales para viajar con el equipaje liviano. En cuanto a mis libros, habría que buscar con paciencia: cuando subieron uno o dos no lo hicieron en un verdadero soporte electrónico.
 
 
          21 — ¿La insensibilidad ante el horror es una forma de ignorancia?
 
          AL — No sé, en una de esas es una patología: los psicópatas son insensibles; puede influir la falta de educación, o la costumbre, que hace el efecto de anestesia. Yo no generalizaría.
 
 
          22 — Dos textos de “El poema se va sin saludarnos” llevan por título “Ushuaia” (IV y V); en “Bonus track” uno es “En el fin del mundo”; en “A la luz del desierto”, en la primera sección, “La ciudad”, damos con “Noticias de la ciudad”  (uno y dos) y con “Anotaciones sobre la ciudad” (uno y dos). “En”, “de” y “sobre”: ¿qué es posible que les trasmitas, por ejemplo a nuestros lejanísimos lectores en “el principio del mundo”, respecto de cómo ha ido transformándose “Ushuaia” en las últimas cinco décadas.
 
          AL — Pasó de ser un pueblo de alrededor de cinco mil habitantes a una ciudad de setenta mil. Es lo que los antropólogos llaman una sociedad pionera donde pareciera que siempre todo está por realizarse. Además es una población de tránsito: mucha gente se radica durante un lapso y luego se va. Y esa modalidad produce desarraigo. Una vaga idea de la ciudad y sus sombras la expresé en mi último poemario: de allí transcribo “Graffiti”: “Alguien debería dibujar de un modo impecable / el mapa de una ciudad loca / a la que abofetea el viento. // Bordeada por un mar gris y murallas de piedra / con gentes de poco hablar / navegando sus propios océanos. // Nombro una ciudad que no está muerta ni viva.”
 
 
 
*
 
 
Anahí Lazzaroni selecciona poemas de su autoría para acompañar esta entrevista:
 
 
 
Leyendo diarios
 
 
Un cocodrilo del siglo diecinueve  
bosteza.
¿El río?
Cualquier río fangoso 
de África lejana.
Animal de sanas y sabias costumbres    
si vinieras  
y devoraras este caos perfecto  
no harías otra cosa   
que embellecer   
el mundo.
 
 
                                             (de “Bonus Track”)
 
 
 
*
 
 
Suma
 
 
Guerrera a ras de la estepa.
Chiflada pérfida.
Infatigable / indómita.
Oscura como barro.
Declive y transparencia.
Lluvia y solazo.
Silencio / relámpago.
Lucha y sosiego.
Magia / derrota.
Pluma o espada.
Árbol, hoja, mantel.
Rito / música de tango.
Lágrima y vaivén.
Palabra + palabra.
Palabra sátrapa.
 
 
                                       (de “Bonus Track”)
 
 
 
*
 
 
Café literario
 
 
Siempre al borde de la trampa y sin escuchar los presagios  
que nos trae el mar 
amparas a cualquier loco que mal escribe su canción.
Lo amparas con el arte de ciertos villanos de comedia.
Lo amparas y lo dejas a su divina suerte.
Lo amparas y le permites leer sus palabras 
ante un público de gentes fracasadas.
Pero en la penumbra esas palabras son tan ciegas 
como todo lo que no florece a su debido tiempo.
Y ya se sabe,
porque lo dice el fuego y también lo dice el aire,
no habrá comunión posible 
para quien no busque el poema,
con la misma desesperación 
de un animal que escapa.
 
 
 
                                                       (de “Bonus Track”)
 
 
*
 
 
En la casa del Tigre
 
 
Cuentan grandes penas, amoríos trágicos 
e historias de madres posesivas hilando la tarde.
Despliegan el dolor como si fuera un mantel 
y beben alegres las copas del olvido.
Una embarcación en ruinas  
navega el río de la noche,
dicen que en ella viajan 
el rey mendigo y su guardia de sonámbulos.
A mediados del siglo  
en una ciudad mal llamada Buenos Aires,
repiten, un niño levantaba apuestas de caballos  
a espaldas de sus inmaculados padres  
y más lejos otro niño loco 
se inventaba solitario la llanura. 
Murmuran trozos de vida 
ya cubiertos por el polvo  
o casi.
 
 
                                             (de “Bonus Track”)
 
 
*
 
 
En todos lados se cuecen habas
 
 
Algunos poetas me escriben cartas
donde me cuentan que deliran por el lejano sur.
No son pocos los que me imaginan en una casa
construida con maderas claveteadas,
escribiendo sin cesar mientras la nieve cae y cae.
Hasta piensan que suelo estar sentada junto al fuego,
como si fuese un personaje de ciertas novelas decimonónicas,
y me piden que les describa el silencio porque ellos ya no lo recuerdan.
Este mediodía varias calles de la ciudad están cortadas.
Escucho bombos,
voces,
sirenas de patrulleros,
personas que gritan cada vez más alto en medio de la aglomeración.
Por ahí no se puede pasar.
 
 
                                    
                                     (Primavera de 1999, de “A la luz del desierto”)
 
 
*
 
 
Argentina (20 de diciembre de 2001)
 
 
Palabra extraviada
en las dunas claras del poema.
 
Palabra embestida por los malos vientos.
 
Palabra en dificultades.
 
Palabra quebrada
en horas de saqueos.
 
 
                                               (de “A la luz del desierto”)
 
 
*
 
 
Canción sin partitura
 
 
Nada está escrito en ningún lado,
ni las canciones viejas
que nos llegan a la memoria
para salvarnos del invierno,
y se hunden bajo el grito constante
de los pájaros nocturnos.
Nada está escrito,
ni esos terrores marcados a fuego
que aparecen en los sueños,
ni las alegrías
o el olvido mismo.
Nada está escrito en ningún lado.
Y los locos,
los pobres locos
ya no dibujan árboles
en las paredes vacías.
                  (de “A la luz del desierto”)
 

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Rolando Revagliatti

28 feb. (hace 9 días)


para Revista, centrocultural., trajineros.blo.
  Entrevista realizada a través del correo electrónico: ciudades de Ushuaia y Buenos Aires, distantes entre sí unos 3.000 kilómetros, Anahí Lazzaroni y Rolando Revagliatti, febrero 2016.