sábado, 24 de agosto de 2019

A 120 años del nacimiento de Jorge Luis Borges . Día del Lector

Hoy se cumplen 120 años del nacimiento de Jorge Luis Borges. En su homenaje, el 24 de agosto ha sido 
declarado Día del Lector. Hay un mito, en torno a la obra del escritor, que lo califica de difícil de leer o indescifrable. Sin embargo hay distintas páginas de Borges que podrían ser disfrutadas por el lector común,  si se las aborda sin prejuicios. Vayan estas milongas y un fragmento de "Alquien le dice al Tango" donde recuerda a los hombres guapos y cuchilleros, algo así como los superhéroes de aquella época para Borges.
Milonga del muerto 
Lo he soñado en esta casa Entre paredes y puertas. Dios les permite a los hombres Soñar cosas que son ciertas. Lo he soñado mar afuera En unas islas glaciales. Que nos digan lo demás La tumba y los hospitales. Una de tantas provincias Del interior fue su tierra. (no conviene que se sepa Que muere gente en la guerra). Lo sacaron del cuartel, Le pusieron en las manos Las armas y lo mandaron A morir con sus hermanos. Se obró con suma prudencia, Se habló de un modo prolijo. Les entregaron a un tiempo El rifle y el crucifijo. Oyó las vanas arengas De los vanos generales. Vio lo que nunca había visto, La sangre en los arenales. Oyó vivas y oyó mueras, Oyó el clamor de la gente. Él sólo quería saber Si era o si no era valiente. Lo supo en aquel momento En que le entraba la herida. Se dijo no tuve miedo Cuando lo dejó la vida. (recitado) Su muerte fue una secreta Victoria. Nadie se asombre De que me dé envidia y pena El destino de aquel hombre.
(del libro "Los conjurados")


Milonga de Manuel Flores
Manuel Flores va a morir.
Eso es moneda corriente;

Morir es una costumbre

Que sabe tener la gente.



Y sin embrago me duele

Decirle adiós a la vida,

Esa cosa tan de siempre,

Tan dulce y tan conocida.

Miro en el alba mis manos,
Miro en las manos las venas;
Con extrañeza las miro
Como si fueran ajenas.

Vendrán los cuatro balazos
Y con los cuatro el olvido;
Lo dijo el sabio Merlín:
Morir es haber nacido.

¡Cuánta cosa en su camino
Estos ojos habrán visto!
Quién sabe lo que verán
Después que me juzgue cristo.

Manuel Flores va a morir.
Eso es moneda corriente;
Morir es una costumbre
Que sabe tener la gente.

Milonga de Jacinto Chiclana
Me acuerdo. Fue en Balvanera,
En una noche lejana
Que alguien dejó caer el nombre
De un tal Jacinto Chiclana.

Algo se dijo también

De una esquina y de un cuchillo;
Los años nos dejan ver
El entrevero y el brillo.

Quién sabe por qué razón

Me anda buscando ese nombre;
Me gustaría saber
Cómo habrá sido aquel hombre.

Alto lo veo y cabal,

Con el alma comedida,
Capaz de no alzar la voz
Y de jugarse la vida.

Nadie con paso más firme

Habrá pisado la tierra;
Nadie habrá habido como él
En el amor y en la guerra.

Sobre la huerta y el patio

Las torres de Balvanera
Y aquella muerte casual
En una esquina cualquiera.

No veo los rasgos. Veo,

Bajo el farol amarillo,
El choque de hombres o sombras
Y esa víbora, el cuchillo.

Acaso en aquel momento

En que le entraba la herida,
Pensó que a un varón le cuadra
No demorar la partida.

Sólo Dios puede saber

La laya fiel de aquel hombre;
Señores, yo estoy cantando
Lo que se cifra en el nombre.

Entre las cosas hay una

De la que no se arrepiente
Nadie en la tierra. Esa cosa
Es haber sido valiente.

Siempre el coraje es mejor,

La esperanza nunca es vana;
Vaya pues esta milonga,
Para Jacinto Chiclana.



Alguien le dice al Tango
(fragmento)

Gira en el hueco la amarilla rueda

De caballos y leones, y oigo el eco
De esos tangos de Arolas y de Greco
Que yo he visto bailar en la vereda,

En un instante que hoy emerge aislado,
Sin antes ni después, contra el olvido,
Y tiene el sabor de lo perdido,
De lo perdido y lo recuperado.

En los acordes hay antiguas cosas:
El otro patio y la entrevista parra.
(Detrás de las paredes recelosas
El Sur guarda un puñal y una guitarra.)

Esa ráfaga, el tango, esa diablura,
Los atareados años desafía;
Hecho de polvo y tiempo, el hombre dura
Menos que la liviana melodía,
Que sólo es tiempo. El tango crea un turbio
Pasado irreal que de algún modo es cierto,
El recuerdo imposible de haber muerto
Peleando, en una esquina del suburbio.
Autor de todas las letras publicadas JORGE LUIS BORGES


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