MANUEL LOPEZ ARES

Falleció el poeta Manuel López Ares. De ancestros españoles, que se radicaron definitivamente en Villa San Carlos, Berisso. Luego de su educación primaria intentó una formación secundaria técnica que le convalidó sus ocupaciones posteriores ligadas a las líneas de colectivos locales. En su juventud, emigró a la Patagonia regresando para ocuparse en los frigoríficos, terminando su periplo ocupacional en la Refinería de Petróleo, donde llegó a Jefe de Planta.

Admirador del poeta Almafuerte, se fue asociando paulatinamente a la poesía y al idioma, elaborando múltiples composiciones de ese género que publicó en un primer volumen que llamó:"Paradigma del sauce" aludiendo a la fortaleza de un ejemplar que poseía en su domicilio, que le sirvió de ejemplo ante los vaivenes del existir.Posteriormente, armaba él mismo poemarios artesanales, que creaba incesantemente y regalaba a los amantes de esa manifestación literaria. Un resumen solicitado oficialmente, contabilizó una cuarentena de títulos.

Fué presencia obligada en los Encuentros de Poesía en diversas provincias argentinas y en el Uruguay, recibiendo en Santa María de Punilla, Córdoba, el premio "Cacique Citón" otorgado a los defensores de los valores nacionales y originarios.

Por años integró un grupo informal dedicado a las letras que se reunía los domingos por la mañana junto a Loreto Nuccetelli, Felipe Protzucov, Carlos Cazorla y Horacio Urbañski, quienes dejaron para la posteridad un compacto con parte de su producción lugareña que denominaron "Duendes Inmigrantes"

Tuvo marcada influencia la formación anarquista de su padre asturiano, que fue adaptando con el correr de los tiempos, detentando una fortaleza de sólida consistencia individual.

Dos hijos de su primer matrimonio: Manuel y Nora. Sus últimas décadas las asoció a su esposa Irma Padrón, en La Plata.

Sus restos fueron despedidos íntimamente y cremados. Sus cenizas integran el Cementerio Parque de la Capital Bonaerense de los Inmigrantes, en la cercanía del monolito de los poetas, como dictó su voluntad
Horacio Urbañski