La costurerita que dió aquel mal paso
- y lo peor, ansiosa y sin necesidad-.
Salió en plena lluvia, no quiso hacer caso
tropezando fiero, en la vecindad.
Se internó ayer tarde. Ya no era posible
soportar mas tiempo. Daba compasión
verla aguantar mansa un dolor terrible
rodeando rodilla, peroné y talón.
Aunque a nada lleven las conversaciones
en el barrio corren mil suposiciones
que irrumpen por una caída maldita....
¡ Que cara tenía la costurerita!
Postrada, abatida. Posible fractura:
Candidata al yeso o a la acupuntura
No hay comentarios:
Publicar un comentario