De noche iría a ver a mi madre o de madrugada. Antes de encaminarme al empleo o a la siesta, con un calor insoportable o a la tardecita para sentarme junto a ella.
Mirarme en sus ojos que me han visto nacer, me han cuidado con desvelo y me han sacado a la vida sin privaciones. Iría a verla y le agradecería el haberme consentido en vanos caprichos.
¡Oh madre! como dejo pasar las horas entre personas que poco me importan. Tendría que correr con esas zapatillas que me compraste un día y yo creía que volaba, que hacía goles y la felicidad era mirarte y en tus brazos dejarme llevar cuando el cansancio me vencía.
¡Madre! quiéreme, ámame mucho, porque yo busco dinero, papeles importantes, negocios redituables y no se por qué.
Cuántas casas, cuántos automóviles, cuántas pavadas más deseo a cambio de estar contigo conversando de cosas triviales que descontracturan el alma, del pasado, de los nietos que crecen y juegan felices en la plaza mientras miro el reloj y apuro la vuelta.
Escritora Alcira Antonia Cufré
Mirarme en sus ojos que me han visto nacer, me han cuidado con desvelo y me han sacado a la vida sin privaciones. Iría a verla y le agradecería el haberme consentido en vanos caprichos.
¡Oh madre! como dejo pasar las horas entre personas que poco me importan. Tendría que correr con esas zapatillas que me compraste un día y yo creía que volaba, que hacía goles y la felicidad era mirarte y en tus brazos dejarme llevar cuando el cansancio me vencía.
¡Madre! quiéreme, ámame mucho, porque yo busco dinero, papeles importantes, negocios redituables y no se por qué.
Cuántas casas, cuántos automóviles, cuántas pavadas más deseo a cambio de estar contigo conversando de cosas triviales que descontracturan el alma, del pasado, de los nietos que crecen y juegan felices en la plaza mientras miro el reloj y apuro la vuelta.
Escritora Alcira Antonia Cufré
1 comentario:
Bellísimo. Me hace vivir una vida entera y caricias que nunca recibí. Eso es genialidad?
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