miércoles, 29 de marzo de 2017
Novedades en Caminos Culturales: Puerto Deseado organiza visitas guiadas a la Gruta de Lourdes
La Subsecretaría de Puerto Deseado organiza dos actividades interesantes en Semana Santa.
El recorrido en bicicleta se realizará el 14 de abril de 2017. Además el 13 y el 15 de abril, habrá salidas por diferentes puntos y monumentos religiosos, para culminar en el Santuario emplazado en el Cañadón de las Bandurrias.
En cuanto al cicloturismo, este año será recreativo y se encuentra organizado por el Club Deseado Junior’s, EvolutionBiker y la Subsecretaría de Turismo. El recorrido de 13 kilómetros pasará por los cañadones “Giménez”, “Del Paraguayo” y “Torcido”; la “Aguada del Barril”; y culminará en la “Gruta de Lourdes” donde la Comisión de la Gruta pondrá a la venta, bebidas y alimentos.
Para los entusiastas de la historia y la cultura, el destino contará con visitas guiadas. El circuito comprende sitios como la Parroquia Nuestra Señora de la Guarda, capillas locales y la maravillosa Gruta de Lourdes, un atractivo paraje con paredes rocosas que maravilla a propios y extraños.
Inscripciones:
En la Subsecretaría de Turismo de Puerto Deseado. San Martín 1137. Puerto Deseado.
Subsecretaría Municipal de Turismo
San Martín 1137. Tel (0297) 4870-220.
Turismo.puertodeseado@gmail.
Prensatur.puertodeseado@gmail.
www.facebook.com/
domingo, 26 de marzo de 2017
Martina Iriart dialogó con el escritor berissense Horacio Urbañski.
También es conferencista, columnista radial y escribe en medios
periodísticos, pero por sobre todo un muy entusiasta
participante de los Encuentros Literarios de Poesía entre los que podemos
mencionar los realizados en Villa Dolores, Córdoba ;donde ha sido reconocido y
el de “La Poesía y el Mar” que se hace en Monte Hermoso, provincia de Buenos,
Aires organizado por la Biblioteca Municipal donde le han otorgado el “Premio
al Sacerdocio Cultural Jorge Chiaradia”,
en febrero del 2015.
Ha sido distinguido por las colectividades polaca (1973) y búlgara
(Premio Poeta Iván Vázov); el Instituto Rega Molina de San Nicolás (2008); por
las entidades provincianas berissenses, “Mensajero de la Cultura” (2010);
Premio Municipal “Daniel Román” por el sustancioso aporte bibliográfico a la
provincia de Jujuy, que permitió abrir varias bibliotecas populares (2011);
reconocimiento público de la Agremiación Médica Platense por su trayectoria
profesional y comunitaria (2012) y el Gran Premio de Honor “Almafuerte” de la
Sociedad de Escritores de la Provincia de Buenos Aires.
Cuando
llegamos a su casa en Berisso, nos encontramos con un amplio
garaje abierto, lugar donde descansa un palio rojo alpino, y en un costado dos
lugares destinados a consultorio. Al entrar hay un enorme ambiente destinado a
living comedor y a un costado una amplia cocina. Construcciones de otro tiempo,
como nos dice Horacio vive allí desde hace 75 años. Allí, en la cocina nos
instalamos para realizar la entrevista.
1- ¿Cómo fueron sus comienzos?
- Cuando era chico me gustaba escribir y me
incentivaron a que desarrollara esa
Actividad.
En 1950 publiqué un libro de cuentos
infantiles, y después al ir a encuentros literarios donde conocí a
escritores me fui formando, además de
gran cantidad de lectura.
También escribí un librito de anécdotas “Berisso mas mijor como no hay”, que tuvo
mucho éxito, y además tengo algunas publicaciones.
2- ¿Qué libros, trabajos publicados tiene?
El
libro de cuentos infantiles que se agotó. Además escribí un artículo
perteneciente a “Espíritu de Berisso”
sobre los choferes que llevaban gente al frigorífico, después en colectivo, y
anécdotas risueñas de la época
-.
Para el Centenario hice “Polaqueando”, trabajo que tuvo mucha
repercusión como que lo mandaron a
Polonia. Hablaba de la gente polaca de Berisso, de quienes tenían comercio; de
los obreros del cuchillo; los que tenían un dejo intelectual y de quienes
inventaban cosas. Es todo lo que he hecho.
3- ¿Cómo fue la experiencia de escribir
“Berisso, más mijor como no hay”?
- Todo
comenzó cuando un señor, Roberto Morgado, me contaba cosas graciosas de los
árabes y anécdotas risueñas de los eslavos, y yo con un poco de memoria las fui
recopilando, las empecé a anotar y las desarrollé. Me interesó que el libro fuera
coloquial.
- Si, es de una lectura muy fácil, amena.
- Tendría que haberlo editado algunos
años antes. Para la gente que vivió ese Berisso. De todas maneras el libro
todavía está vigente. Hay mucha gente que viene y me lo pide.
4- ¿Qué actividades a favor de la cultura ha
realizado en las distintas instituciones que ha estado?
- El Concurso Literario del Inmigrante
tiene una historia muy linda. Cuando frigoríficos declinaban me presentaron al
Director de Relaciones Institucionales de la empresa multinacional “Corp.
Argentina”, el poeta Busco Lascano, quien tuvo la iniciativa de realizar el
concurso.
Habían empezado con los Encuentros
Literarios adhiriendo a la Fiesta del Inmigrante, y de ahí en más agregamos los
Concursos Literarios del Inmigrante. Es otra de las actividades que ha
declinado, hemos llegado a tener 240 trabajos, estuve de jurado en Arrecifes
donde hubo 500 y en la última edición sólo hubo 35.
5- ¿Cómo fue su experiencia en la SEP?
- Yo llegué a ser Vicepresidente segundo,
después se modificó el estatuto, cambió la comisión. El mandato dura 4 años. Hicimos todo lo que pudimos, incluso viajamos.
Tenía muchos socios, casi 1000 pero muchos
han fallecido, eran gente grande. Pero
ahora está como reactivada, pero es esporádico. Lo que se hace en general son
presentaciones de libros.
La SEP tiene presencia en La Plata y su
zona de inclusión: La Plata, Berisso y Ensenada, pero ésta es una provincia muy
grande, hay filiales en Mar del Plata, en Avellaneda, ahora estaban intentando
una filial en Bahía Blanca. La que tiene 70 filiales es la SADE. Por lo general
hay una actividad anual que es un encuentro, pero bueno, se reduce a los
escritores.
El otro día fuimos con SEP con Carlos Cazorla y Beatriz Nuccettelli a una
escuela para el día de la tradición, hablamos en 6to grado.
- Los más grandes.
- Eso lo
decidieron los docentes. Nos recibieron en un club de barrio y se cebó mate con las
cosas clásicas: buñuelos, pastelitos caseros, churros y desarrollamos la
temática de la tradición
También en Córdoba fuimos a un pueblito que
se llama Brinkman donde tuvimos experiencias con chicos más pequeños y en
Berisso hemos ido a escuelas. Hablamos de literatura y utilizamos algún
disparador para que ellos escriban.
En Córdoba el gancho fue decirles que
cuando yo tenía la edad de ellos me había enamorado de una vecina y le había
escrito una carta. Terminaron escribiendo poesías ellos y esta vez hablamos de
poesía propiamente dicha, cómo había nacido en el Renacimiento como ciudad
autónoma de Italia, lo que pasó en Francia, España.
6- ¿En qué otras instituciones está?
- Estoy
en la Federación de Entidades de Bien Público de Berisso, en el Instituto Browniano, en la Agremiación Médica, ya en la SEP no. Desde la
Federación de Entidades colaboramos con la Comisión de de Turismo, estamos
tratando de activarlo.
Berisso tiene un Museo en Berisso que tiene
una historia muy particular y una vez al mes nos juntamos ahí, siempre tengo
algún par de horas para dedicarle a estas actividades.
7- Cuéntenos sobre los Encuentros de
Escritores
- Antes íbamos a muchos
encuentros. Todo comenzó en Villa Dolores, Córdoba que está designada como la
capital de la poesía. Lo empezó un señor Oscar Guiñazú Álvarez, y luego se
multiplicaron los encuentros no sólo en Argentina, se han hecho en Chile,
Colombia y también se de algunos poetas que han ido a Cuba.
Acá
en nuestro país además del de Villa Dolores, que es emblemático, hubo algunos
muy lindos en las Termas de Rio Hondo, en Portezuelo, Chaco, Tinogasta, en
Catamarca. En Agosto se hace otro en Bikinos.
Otro Encuentro al que hemos ido varios años
es el que se hace en Monte Hermoso de “La Poesía y el Mar”. Tuvo la iniciativa
una poeta de Bahía Blanca, Any Guerrini, y después la Biblioteca Municipal tomó
la posta, hace más de 20 años que lo hacen. Tengo allí reconocimientos.
Puntualmente hemos ido a Sierra de la
Ventana en invierno, a Monte Hermoso en verano. Ahora como no viajamos tanto
nos reservamos para ir a Bikinos si se puede.
8- Nos gustaría que nos contara sobre
algún personaje, un escritor que haya conocido.
- Orlando Galante era un gran recitador tucumano
y Julio Lemoine es realmente un hombre interesante. Sus libros han sido
aprobados por la Legislatura de Córdoba, donde vive.
Estudió Ingeniería hasta los 22 años porque
su padre se lo imponía, cuando fue mayor de edad cambió de rumbo.
Se compró un cerro y está con sus hija que
fabrica queso de cabra y entre otros clientes tienen el Sherathon.
8- ¿Cómo ha compatibilizado su actividad
médica con la profesión literaria?
- Yo era auditor
en una clínica y protocolizaba las historias clínicas. Me las llevaba a mi casa
y las pasaba.
Cuando
trabajaba en el Ministerio estaba a cargo del despacho, o sea que 30, 40, 50
expedientes por día pasaban por mí. Un empleado me decía el tema y yo escribía.
Si el director estaba de acuerdo la secretaria los pasaba. También las
licitaciones.
Así que el tema de ser escritor me ayudó,
ahora mismo soy el tesorero de la Agremiación Médica, me dedico a lo
administrativo en salud, todavía tengo opciones de colaborar con la Agremiación,
tengo a mi cargo las Actas.
Horacio
elige tres de sus relatos de “Berisso,
mas mijor como no hay” para acompañar la entrevista
ALUMNO NAZI
Un alumno del ciclo secundario amenazaba a
su profesora de ancestros hebreos con la siguiente frase: “Aprobame o te hago jabón”.
SANDIA
Un
árabe polemizaba permanentemente con su descendiente de inmigrantes italianos
sobre las bondades de su país de origen y la Argentina. El cambio de opinión
llevaba ya un tiempo y una mañana se encontraron en la vereda del Cine
Victoria, coincidiendo con la feria franca que se realizaba dos veces por semana en la vereda del Saladero,
posteriormente Centro Cívico.
El
árabe alegaba que en su tierra un pastor de ovejas se llevaba dos nueces y dos
higos y tenía “bara tudo el día”, y dormía la siesta, cubierto con la cola de
un ovino, o debajo de “una blanta de borojil”.
Desarmado verbalmente el criollo, vio que pasaba
un vecino con una inmensa sandia
correntina. “¿Sandia así hay en Arabia?”, preguntó el berissense.
En esos momentos, circulaba por la avenida
Montevideo el periodista Guido Panella con un automóvil de origen italiano, de
pequeño porte, algo más grande que un Fiat 600. “¿Ve el fietina de Benella?
¡Así la samilla de sandia en Arabia!”
SEMEJANZA
Un eslavo pasado de alcohol fue detenido.
“¡Al calabozo ruso!”, fue la orden del oficial de guardia. “Yo no está ruso,
está polaco”, aclaró el apresado. “¡Misma mierda!” acotó el funcionario.
La mañana siguiente fue liberado. “Gracias,
siñor comisario”, dijo a modo de despedida. “Yo no soy el comisario, soy el
oficial de guardia”. “¡Misma mierda!”, sentenció el polaco.
Antes de finalizar la entrevista tuvimos oportunidad de conocer su
escritorio, anterior consultorio, lugar donde está su biblioteca y de las
paredes cuelgan diplomas varios de títulos y reconocimientos.
Horacio nos atendió muy amablemente en su casa, con él tuvimos una
charla distendida, amena, en la que disfrutamos de un diálogo simple oyendo sus
anécdotas y relatos. Queremos destacar la calidez con que nos recibió este
Doctor en Medicina, Escritor, Dirigente Comunitario, Amigo incondicional y
Hombre de Bien.
Martina
Iriart
martes, 21 de marzo de 2017
Revancha Spray - Creación colectiva
creación colectiva con la dirección de
Claudio Rodrigo.
Gabi Lage,
Luis Constant,
Vìctor Díaz
Matías Gago.
A la gorra con
Reservas.
Sábado 25 de Marzo a las 2130 hs.
Dinamo Teatral: Calle 1 entre 36 y 37 Nº 210 LA PLATA.
21 de marzo: Día Mundial de la Poesía
«La poesía es una ventana a la diversidad excepcional de la humanidad». Irina Bokova, Directora General de la UNESCO
La poesía es una manifestación de
la diversidad en el diálogo, de la libre circulación de las ideas por medio de
la palabra, de la creatividad y de la innovación. La poesía contribuye a la
diversidad creativa al cuestionar de manera siempre renovada la forma en que
usamos las palabras y las cosas, y nuestros modos de percibir e interpretar la
realidad. Merced a sus asociaciones y metáforas y a su gramática singular, el
lenguaje poético constituye, pues, otra faceta posible del diálogo entre las
culturas.
La decisión de proclamar el 21 de marzo
como Día Mundial de la Poesía fue aprobada por la UNESCO durante
su 30º periodo de sesiones, que se celebró en París en 1999.
De acuerdo con la decisión de la
UNESCO, el principal objetivo de esta acción es apoyar la diversidad
lingüística a través de la expresión poética y dar la oportunidad a las lenguas
amenazadas de ser un vehículo de comunicación artística en sus comunidades
respectivas.
Por otra parte, este Día tiene
como propósito promover la enseñanza de la poesía; fomentar la tradición oral
de los recitales de poéticos; apoyar a las pequeñas editoriales; crear una
imagen atractiva de la poesía en los medios de comunicación para que no se
considere una forma anticuada de arte, sino una vía de expresión que permite a
las comunidades transmitir sus valores y fueros más internos y reafirmarse en
su identidad; y restablecer el diálogo entre la poesía y las demás
manifestaciones artísticas, como el teatro, la danza, la música y la pintura
Mensaje de la Directora General de la UNESCO
No tenemos alas, no podemos
elevarnos,
mas tenemos pies para trepar y escalar
paso a paso, más y más,
las nubosas cumbres de nuestros tiempos.
mas tenemos pies para trepar y escalar
paso a paso, más y más,
las nubosas cumbres de nuestros tiempos.
En una época en que los retos a
que nos enfrentamos, desde el cambio climático, la desigualdad y la pobreza
hasta el extremismo violento, parecen tan ingentes, las palabras del poeta
Henry Wadsworth Longfellow nos aportan esperanza.
Compuesta de palabras, coloreada
con imágenes, tañida con la métrica perfecta, la poesía tiene un poder
singular. El poder de arrancarnos de la vida cotidiana y recordarnos la belleza
que nos rodea y la resiliencia del espíritu humano que compartimos.
La poesía es una ventana a la
diversidad excepcional de la humanidad. En la Lista Representativa del
Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO se incluyen decenas
de formas de expresión oral y poesía, desde el duelo poético Tsiattista de
Chipre o la poesía cantada Ca trù de Viet Nam hasta Al-Taghrooda, la poesía
cantada tradicional de los beduinos de los Emiratos Árabes Unidos y Omán. La
poesía es tan antigua como el lenguaje, y en los períodos turbulentos es más
necesaria que nunca, como fuente de esperanza, como manera de compartir lo que
significa vivir en este mundo.
El poeta Pablo Neruda escribió
que «la poesía es siempre un acto de paz». La poesía es única por su capacidad
de hablar a través del tiempo, el espacio y la cultura, de llegar directamente
a los corazones de las personas de todo el mundo. Es un manantial de diálogo y
entendimiento y ha sido siempre una fuerza para desafiar a la injusticia y
promover la libertad. Como dijo Deeyah Khan, Embajadora de Buena Voluntad de la
UNESCO para la libertad y la creatividad, todas las formas de arte, incluida la
poesía, tienen la capacidad extraordinaria de expresar resistencia y rebelión,
protesta y esperanza.
La
poesía no es un lujo. La poesía es una parte esencial de quiénes somos en
cuanto que mujeres y hombres que vivimos juntos en el presente, nos valemos del
patrimonio de las generaciones pasadas y somos custodios del mundo para
nuestros hijos y nietos. Hoy, al celebrar la poesía, celebramos también nuestra
capacidad de unirnos en un espíritu de solidaridad para trepar y escalar «las
nubosas cumbres de nuestros tiempos». Necesitamos hacerlo para llevar adelante
la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, para aplicar el Acuerdo de París
sobre el Cambio Climático, para asegurarnos de que ninguna mujer ni hombre se
quede atrás.
Irina Bokova
domingo, 19 de marzo de 2017
La ensayista argentina Sylvia Molloy abrirá el Filba Nacional 2017 en Bariloche
La autora de Vivir entre lenguas dictará la
conferencia inaugural el 6 de abril.
Romper el silencio que imponen las barreras impuestas por la sociedad ha convertido a Sylvia Molloy en una figura insoslayable de la literatura argentina contemporánea. De allí que la autora de Vivir entre lenguas (Eterna Cadencia, 2016) haya sido escogida para dictar la conferencia inaugural del VI Festival Nacional de Literatura, que se realizará en la ciudad de Bariloche del jueves 6 al domingo 9 de abril.
La fundación Filba efectuó este viernes 10 de marzo una rueda de prensa por el lanzamiento del importante evento de las letras y la palabra, en el cual confluirán cerca de treinta escritores en actividades de entrada libre, un programa para docentes y mediadores de lectura y un capítulo del Filbita, dedicado a los niños.
Se realizará la Cata de Libros, en que visitantes y autores departirán y catarán juntos cervezas de la Patagonia.
En las jornadas, el público podrá intervenir en mesas redondas sobre la hibridación de la literatura, la influencia de la geografía en la escritura y el tópico del desarraigo, entre otros temas; participar en talleres de narrativa, escritura para composición de canciones y gestión y publicación de libros digitales; escuchar piezas musicales, conversar frente a frente con sus autores favoritos y disfrutar una noche de poesía.
Como lo más llamativo de la programación del VI Filba Nacional, se realizará la Cata de Libros (visitantes y autores departirán y catarán juntos cervezas de la Patagonia), el Cruce Epistolar (dos escritores intercambian correos previamente y los leen en público) y las Bitácoras (seis autores recorren la ciudad y escriben textos ad hoc para crear un particular mapa del lugar).
Además de Molloy, la cifra de autores que asistirán al Filba supera la veintena: Guillermo Abramson, Cristian Aliaga, Liliana Ancalao, Melissa Bendersky, Pablo Bernasconi, Carolina Biscayart, Rosario Bléfari, Esteban Castromán, Ricardo Coler, Graciela Cros, Esther Cross, Emilio di Tata Roitberg, Diego Erlan, Sebastián Fonseca, Silvina Friera, Vera Giaconi, Iosi Havilio, Horacio Herman, Josefina Licitra, Julián López, Pedro Mairal, Anahí Rayen Mariluán, Adrián Moyano, Agustina Paz Frontera, Luisa Peluffo, Claudia Piñeiro, Santiago Rey y Guillermo Virués.
jueves, 16 de marzo de 2017
NARRADOR Y DESTINATARIO. Taller de lectura y escritura literaria
La Sociedad de Escritores de la Provincia invita a
NARRADOR Y DESTINATARIO:
de qué hablamos cuando hablamos de narrar
Taller de lectura y escritura literariaAbril. 3 encuentros
Miércoles - 17 a 19.00 hs
Inicia el 12 de abril
Complejo Bibliotecario Municipal López Merino
49 nº 835 e/ diag. 74 y 12
Informes e inscripción: 427-5795
Coordina: Vicente Costantini
Profesor y Licenciado en Letras (UBA). Asistió durante siete años al taller literario de Santiago Espel. Ha escrito tres libros infantiles para la colección “Argentinitas”: Esta es Jacinta, Jacinta aprende y La Argentina de Jacinta (2007). En 2012 publicó el volumen de poesía Diario de la nuez (Ediciones La Carta de Oliver).
Primer premio en el V Concurso Provincial de Poesía 2014 “Ginés García” (Dirección General de Cultura y Educación, provincia de Buenos Aires). Primera mención en Concurso Provincial “Diagonal Literatura” 2016 (Escuela Taller Municipal de Arte y Ediciones La Comuna, La Plata). Segunda Mención en I Juegos Florales del Centro Cultural “Justo José de Urquiza” 2016 (Concepción del Uruguay, Entre Ríos).
Se dedica a la docencia, la investigación y la coordinación de talleres literarios.
Blog: http://alcobranes.blogspot.com
Contacto: vicente.costantini@gmail.com / (0221) 458-1052 / 15-622-7867
martes, 14 de marzo de 2017
Biblioteca Pestalozzi
Este viernes 17 de marzo a las 19 y30 hs vuelve la música y la poesía a la Biblioteca Popular Pestalozzi.
Los esperamos a entrelazar palabras a todas y a todos
con guitarra o con papel o solo con oidos para llenarlos de poesía.
Invitación: Una noche de novela con Luisa Valenzuela
Este miércoles 15 de marzo hay mucho para celebrar:
– La Sociedad Argentina de Escritores le otorgará a Luisa Valenzuela el Gran Premio de Honor 2016.
– La autora inaugurará este año la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y anticipará su discurso de apertura.
– El Fondo de Cultura Económica ha reeditado su "Novela negra con argentinos", y la presentará junto a Silvia Hopenhayn, Miguel Gaya y la actriz María Emilia Franchignoni.
Los esperamos a las 19hs, en la Librería del Fondo y Centro Cultural Arnaldo Orfila Reynal (Costa Rica 4568, CABA).
miércoles, 8 de marzo de 2017
martes, 7 de marzo de 2017
Julio Aranda: “Horacio Castillo me ha dejado una huella”
Julio Aranda nació el 17 de noviembre de 1961 en la ciudad de Avellaneda, provincia de Buenos Aires, la Argentina, y reside en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Integró el Consejo de Redacción de la revista de literatura “Tamaño Oficio” desde 1997 hasta su número de cierre, en 2016. Fue jurado en el rubro poesía en los concursos internos organizados por la Asociación Gente de Letras. Entre otras distinciones, obtuvo el Primer Premio de Poesía “Antonio Cuadrado” en 1999, el Primer Premio de Poesía 2001 otorgado por Mesas Redondas Panamericanas y el Primer Premio de Poesía “Roberto Juarroz” 2007, instituido por la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Almirante Brown. Ha sido incluido en las antologías de poesía y cuento editadas por la Oficina Municipal de Tres de Febrero en 2007, 2010, 2011 y 2013. Participó en el volumen colectivo “Memoria del olvido” (Ediciones Botella al Mar, 2000). Publicó los poemarios “Agudo pico el del pájaro oscuro” (Ediciones Gente de Letras, 2000) y “Grietas que me escriben” (Febra Editores, 2003).
1
— Sabemos que naciste en una localidad lindante con nuestra ciudad; pero tu
infancia transcurrió un poco más lejos.
JA — Unos pocos kilómetros más lejos.
Siendo yo hijo de una madre muy joven (ella tenía dieciséis años), ama de casa,
y de un padre obrero de una fábrica metalúrgica, cuando nací compraron un
terreno en un barrio en formación, que hoy es San Francisco Solano. Ámbito
agreste, apenas loteado, entre calles de tierra que se anegaban con las lluvias
y, por ese entonces, carente de los servicios esenciales: ni luz, ni agua
corriente, ni cloacas. Mi madre me leía cuentos y poemas, ya que no había otro
entretenimiento (los vecinos más cercanos estaban como a trescientos metros).
Mi madre fue mamá y maestra. A mis cuatro años yo sabía leer y escribir. No
ceso de recordar con ternura, en las tardes-noches de invierno, el perfil de mi
madre leyendo a la luz de la lámpara a querosén que iluminaba la pieza,
mientras esperábamos el regreso de mi padre. Luego el progreso fue ganando la
batalla. En el colegio primario, mi amor por la poesía me ubicaba como figura
repetida en todos los actos, recitando versos al General San Martín o referidos
a nuestra bandera. El colegio contaba con una pequeña biblioteca: fui ampliando
mis lecturas y accediendo a diversos autores. Por los diez u once años comencé
a advertir que la musicalidad de esos textos me resultaba mágica y me transportaba
a lugares imaginarios de los que no quería regresar. El colegio secundario lo
cursé en nuestra ciudad. Donde concurría a eventos culturales. Me maravillé en
mi adolescencia con los poetas franceses, con el Pablo Neruda de un Chile
politizado, con César Vallejo, con Roberto Juarroz (quien también vivía
bastante cerca de Avellaneda) y su “poesía vertical”, con el poeta dominicano
Manuel del Cabral (poco recordado en estos tiempos); eran épocas de Alejandra
Pizarnik, de Vicente Huidobro y su creacionismo. Simultáneamente llenaba
cuadernos con mis propios escritos.
2
— ¿Y al finalizar el secundario?
JA — Me
anoté en 1980 en la Facultad de Filosofía y Letras. Comencé a ofrecer,
tímidamente, poemas a revistas y suplementos. Algunos se llegaron a publicar.
En 1981 fui convocado al Servicio Militar Obligatorio, lo que me alejó de mis
pretensiones poéticas. Para colmo, me dieron la baja del ejército en marzo de
1982 y un mes después estalla la guerra de Malvinas, por lo que soy
reincorporado y enviado a Comodoro Rivadavia, como “reserva”. Resultado: recién
retorné a la vida civil a mediados de ese año, habiendo interrumpido mis
estudios, sin trabajo y en un país quebrado. Después conseguí un empleo,
frecuenté bibliotecas y retomé la escritura. Un día de esos que nunca faltan,
en los que nos replanteamos casi todo, me deshice de varios cuadernos con
poemas. Nada me conformaba y tampoco lograba escribir algo distinto. Me dije
“necesito ayuda” y concurrí a talleres literarios, algunos coordinados por
poetas reconocidos a los que no nombraré, sin alcanzar satisfacción, ahogado en
mi interior y con la necesidad imperiosa de regresar a mis fuentes creativas.
3
— Voy calculando que nos acercamos a “Tamaño Oficio”.
Julio Aranda con Lucila Févola, Lina Caffarello y Osvaldo Spoltore |
JA —
Alguien me invita a la presentación de un nuevo número de esa revista, en la
bodega del célebre Café Tortoni. La directora era una tal Lucila Févola, hasta
entonces desconocida para mí. Ese fue mi
verdadero comienzo. La escuché, compré la revista, me acerqué a ella, a las
pocas semanas estaba asistiendo a sus talleres literarios, que dictaba en una
oficina de la Avenida de Mayo. Me fui imbuyendo de los conceptos de estructura,
musicalidad, aliteraciones, de la importancia de los silencios en el texto, los
diferentes tonos, cambios de ritmo, etc. Y todo acompañado por lecturas, no
sólo de poesía, sino desde filosofía y religión hasta narrativa y ensayo.
Lucila hablaba del poema como de una perfecta red donde ningún punto del tejido
podía estar corrido, de fuerzas centrípetas y de fuerzas centrífugas dentro del
texto: no sólo teorizaba sino que lo mostraba en su obra y nos conminaba para
que lo intentemos en la nuestra. Aprendiendo a pulir y adaptándome al
maravilloso equipo de la revista, me invitó a sumarme al Consejo de Redacción.
Poetas del grupo, Jorge Montesano (fallecido en 2002), Osvaldo Spoltore, Haidé
Daiban, Emmanuel Muleiro y yo, publicamos una antología, “Memoria del olvido”, complementada con un CD en el que Lucila y el
escritor José Bravo recitaban nuestros poemas.
4
— Tres años con Lucila Févola (1942-2013) y ese entorno de estudio y
producción, hasta arribar a tu primer poemario.
JA —
Que es cuando comienzo a publicar algunos cuentos y me animo al ensayo (por
ejemplo, uno sobre poetas italianos del siglo XX). Y tres años después,
habiéndome fogueado en mesas de lectura y programas radiales, más o menos
coincidiendo con la aparición de mi segundo poemario, Claudio LoMenzo y Javier
Magistris, directores de “La Guacha”, me invitan a reseñar y comentar libros
para su revista. Mientras, debido a que por diferentes motivos la mayoría de
los escritores fundadores de “Tamaño Oficio” se fueron alejando, me aboqué con
mayor intensidad a acompañar a Lucila, seleccionando el material, rescatando,
como se dice, a poetas olvidados, procurando avisadores para solventar el costo
de cada edición, lidiando con la imprenta, efectuando correcciones,
consiguiendo ámbitos para las presentaciones, sopesando a los posibles
intervinientes, y todo con el filtro de Lucila. Cuando ella fallece, del
Consejo de Redacción sólo quedábamos Osvaldo Spoltore y yo. La familia de
Lucila nos dona parte de su biblioteca, sus libros publicados y numerosas
carpetas y cuadernos escritos de su puño y letra que aún no hemos podido
desclasificar.
Consultamos con el resto del grupo y
decidimos continuar con la revista siguiendo la línea de Lucila hasta cumplir
el trigésimo aniversario en 2016. Cerramos el ciclo en la Feria del Libro. Y
como hallamos un poemario inédito de ella que había dado por concluido pocos
días antes de morir, con unos pesos que aportamos y la ayuda económica del
Ministerio de Cultura, lo pudimos editar y presentar en el Museo Ricardo Rojas.
J. Aranda con María Barrientos, Carlos Vanadia , Ema Granata, Lina Cafarello, Lita Pérez , Elena Ferreti, Año 2016 |
5
— Por teléfono me contaste que sos viajante de comercio.
JA — Un
trabajo que a priori surge como antagónico para un hacedor de poemas. Sin
embargo, largas horas conduciendo por rutas semi desérticas, visitando pueblos
y ciudades de las provincias de Buenos Aires y de La Pampa, me hicieron
encontrar la paz necesaria que (casi) todo poeta anhela; aquellos que no
conocen nuestra geografía no se imaginan que sólo a unos kilómetros de nuestra
capital, el ámbito pueblerino influye de tal forma en nuestros sentidos que es
imposible abstraerse y no vivenciar el regocijo con que la vida nos premia a
cada paso. En las horas de la siesta, donde me veo obligado a descansar, puesto
que entonces cada pueblo parece detenido, encuentro mi refugio espiritual para
leer y escribir. Muchos poemas han nacido en esos instantes de profundo
silencio. De todos modos, más allá de lugares específicos, la poesía es una
presencia continua que uno debe esforzarse por mantener y alimentar. Como dijo
Giovanni Raboni (1932-2004), un poeta nacido en Milán, en un reportaje: “La poesía está cuando está. Si hay ganas,
se escribe; lo que me parece importante, aun cuando no escribo, es mantener
viva la relación entre la poesía y todo lo demás. Si la escritura es
intermitente, hay hilos sutilísimos en tensión continua, incesante elaboración.
Para mí la poesía es el lugar donde nada se agota, sino todo se verifica:
ideas, sentimientos, elecciones. Si uno vive al cinco o también al cincuenta
por ciento es difícil que sea un gran poeta. A los poetas avaros con la vida y
con los demás, cuanto más envejezco, menos los amo; es más, ni siquiera los
entiendo.” Ésta me parece una de las definiciones más sutiles y bellas que
he leído. Retomando: la libertad que me permite mi trabajo como viajante de
comercio (en el rubro de juguetería), está potenciada desde el arco opuesto por
una búsqueda de tiempo y espacio que en nuestra gran capital, con sus luces de
neón y su bullicio, me cuesta más hallar. En mi caso, los lugares alejados me
enseñaron a escuchar el silencio, ese silencio significativo que pesa tanto
como la palabra justa. Equilibrio entre el decir y el no decir. Complementación
de los opuestos.
6
— Cerrado el ciclo de tres décadas de “Tamaño Oficio”…
JA — Es
importante aclarar por qué cerramos el ciclo. No fue una decisión caprichosa
sino razonada, consensuada con el grupo. La revista nace de mano y obra de
Lucila Févola, allá por 1986, como respuesta a la inquietud de los talleristas
que asistían a sus clases y que no encontraban un espacio “físico” para
publicar. Surgen los primeros números. Luego, por exigencia del grupo fundador
(integrado por Haidé Daiban, José Emilio Tallarico, Alicia Clausi, Florencia
Durán, José Bravo, Dora Pietromica, Gustavo Villamor, María Barrientos) y de
Lucila, “Tamaño Oficio” va creciendo y ya no alcanzaba con el empeño de los
talleristas. Se incorporan entrevistas, cuentos, artículos sobre escritos
filosóficos y sobre obras de teatro... Y a propósito de teatro, hay un nombre
que merece ser destacado por lo que le brindó a la propuesta. Me refiero a José
Bravo (1934-2010), poeta, ensayista, dramaturgo, profesor de teatro (hasta su
fallecimiento enseñó teatro en la cátedra de la Universidad de La Matanza),
quien hizo de la humildad su mejor carta de presentación y con un conocimiento
profundo del universo cultural. Fue el pilar en el que Lucila y los que nos
sumamos después, nos apoyamos siempre, sabiendo que era posible encontrar en
ese maestro el consejo preciso.
Se difunden entrevistas realizadas a Alfredo Veiravé, Alejandrina
Devescovi, Osvaldo Bayer, Elsa Bornemann, Santiago Kovadloff, Josefina Arroyo,
Héctor Miguel Ángeli, María Adela Renard... Se rescatan obras como la novela “El hombre importante” de Alberto
Gerchunoff (1883-1950), cuentos de Haroldo Conti, poemas de Julio Cortázar,
Emilio Zolezzi, Ezequiel Martínez Estrada, Rogelio Bazán, el entrerriano Luis
Alberto Salvarezza, Ana Emilia Lahitte, Juan L. Ortiz y tantos, tantos otros. Y
del poeta sanjuanino Jorge Leonidas Escudero (1920-2016), cuando aún no era muy
leído.
A propósito de Escudero, años después, cuando comienza a gozar de
prestigio, viaja a Buenos Aires para leer sus poemas en la Biblioteca Nacional,
invitado por Ediciones en Danza, que le había publicado lo que en ese entonces
era su último libro. Él mantenía una relación epistolar con José Bravo. Yo,
justo unos meses antes había publicado un ensayo sobre su obra que titulé
“Escudero: un viento zonda en la planicie poética”. Enorme fue mi satisfacción
cuando, junto a José Bravo, recibo la invitación para asistir a su lectura. En
una de las salas chicas de la Biblioteca éramos un grupo selecto. Lo recuerdo,
menudo como era, con esa fuerza interior que no denunciaba su edad (andaría
cerca de los ochenta) y, lo más sorprendente, después del acto, se deshizo un
poco a las apuradas de los que lo rodeaban para felicitarlo y se fue con
nosotros a tomar algo por un boliche de la zona donde nos quedamos hablando del
lenguaje poético, de folklore, de sus andanzas mineras.
Otra satisfacción que me brindó “Tamaño Oficio” fue haber conversado con
el poeta y traductor platense Horacio Castillo. Cuando con Spoltore, Montesano,
Daiban y Muleiro publicamos “Memoria del
olvido”, acudimos a él (a quien conocíamos por un reportaje que se le había
realizado para la revista) y le pedimos que nos presente el volumen. No sólo
aceptó con creíble entusiasmo, sino que nos decía (y lo reiteró públicamente)
que se sentía halagado. Fue un lujo total. La presentación se efectuó en
nuestra ciudad, y él viajó desde La Plata, de noche: su compromiso para ese evento
y su análisis de nuestras poéticas, me ha dejado una huella.
Considero que la literatura siempre es denuncia, y “Tamaño Oficio” la
ejerció desde la creación, desde el no amedrentarse cuando todo alrededor
parecía que se derrumbaba. En el Nº 27, octubre de 2003, José Bravo exponía: “¿Cuál es la misión del artista, si es que
tiene alguna? En principio, salvaguardar su propia existencia y ayudar a
salvaguardar la existencia común, como cualquier hombre del planeta”,y más
adelante cierra la idea: “Sus reacciones
artesanales, sus imágenes, sus palabras y objetos, no lo privan del angustioso
cometido de que su grito siga siendo de alarma, de formalizar una esperanza
cierta, de toma de conciencia, ya.” Estoy persuadido de que en esta toma de
conciencia está la misión del artista.
Ahora comienza otra etapa. Osvaldo Spoltore y yo fundamos “Copérnica” el
24 de agosto de 2016, coincidiendo con el Día del Lector, así declarado por el
Senado y la Cámara de Diputados de la Nación, conmemorando el natalicio de
Jorge Luis Borges, cuando adherimos a la suelta de poemas, en esquinas de
nuestra ciudad, organizada por la Fundación El Libro y la Sociedad Argentina de
Escritores. Habremos de coordinar una actividad pública y periódica que llevará
el nombre elegido. Y estamos elaborando el primer número de la revista
“Copérnica”, que, calculamos, verá la luz en marzo o abril de 2017.
Aranda con su hija Agustina y Noemí Fernández Cabanillas |
JA — No
irrisorio, pero sí curioso. Fue en 1997 o 1998. Nos invitan, entre otros, a
Jorge Montesano y a mí a una lectura de poemas y nos piden que les adelantemos
el material que íbamos a leer, cosa que nos pareció extraño...; entre mis
poemas había uno que hacía alusión a los desaparecidos. Lo que no sabíamos era
que la lectura se realizaba en la sede de un edificio céntrico que por ese
entonces pertenecía al Círculo Militar. Nos citan un par de días antes y
“gentilmente” me indican que ese poema no debo leerlo porque el tema estaba muy
trillado y bla-bla-bla, y que no lo tome como un acto de censura. Ante mi
sorpresa, Jorge Montesano increpa a los dos hombres que nos atendían,
diciéndoles que “no vamos a permitir” que nos elijan los poemas, y que si no
estaban de acuerdo que borraran nuestros nombres del programa. Los hombres se
miraron entre sí, como consultándose, y juro que temí que todo se siguiera
complicando. Finalmente, nos devolvieron el material señalándonos que sólo era
una sugerencia. Corolario: me dí el gusto de leer un poema sobre los
desaparecidos en un evento cultural organizado en un edificio que pertenecía al
Círculo Militar.
8 — ¿Cuál es la pregunta, que con
escasas variantes, tantos preguntadores formulan para concluir un reportaje?:
la que ahora te extiendo: ¿Qué nos podés contar que se te haya quedado en el
tintero?...
JA — Solamente
agradecer. A la vida. A las personas que la poesía me ha permitido conocer, a
la tarea, en algunos casos titánica, de los que —como en tu caso— apuestan, a
cambio de nada, por la difusión de las palabras de los que nos consideramos
hacedores. El escritor Eduardo A. Azcuy [1926-1992] dijo alguna vez: “El modo con que el hombre experimenta el
mundo depende de la calidad de su conciencia.” Una conciencia pura nos aliviará de tanta pena
mundana. La poesía sigue siendo un bálsamo entre tanto dolor. Creo en la
palabra como herramienta de un presente y futuro que nos define como especie;
sólo si persistimos en nuestra intención de rescatar lo prístino llegaremos a
ser una sociedad más justa y perpetua a pesar de lo finito. Estoy persuadido de
que la poesía ha trascendido desde siglos la frontera de toda muerte
acontecida.
*
Julio
Aranda selecciona poemas inéditos de su autoría para acompañar esta entrevista:
EL SALTO
Saltar.
Pero hacia atrás.
Saltar desde el futuro a la niñez.
Desprender la mochila
y desatar los miedos.
Caer de pie
o de manos
(no importa demasiado)
pero juntar mientras caemos
todas las palabras que olvidamos.
No entrecerrar los ojos
y abrir la boca grande
como para tragarse el cielo
y nunca tocar fondo.
Sólo saltar
(pero hacia atrás).
Saltar desde la muerte al fecundado
óvulo.
Saltar,
siempre saltar
y saltar otra vez
hasta que el universo salte adentro
nuestro
a otra luz
a otro cuerpo.
*
MAR
Cuando era muy pequeño
y mi madre me bañaba,
la tina era un inmenso mar.
Yo fabricaba olas agitando los pies
e imaginaba barcos que se hundían en mi
ombligo.
Hoy,
náufrago de tantas tormentas,
tomo sus manos —esos barcos enormes
que transportaron sueños—
y se las acomodo por fuera de la tina
para que no se hundan
en este inmenso agujero.
*
Entrevista realizada a
través del correo electrónico: en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Julio
Aranda y Rolando Revagliatti, enero 2017.
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