Un gran texto de estética y política guiado por la afirmación de
W. Benjamin: una historia solo vale si da voz a los "sin nombre".
W. Benjamin: una historia solo vale si da voz a los "sin nombre".
Pueblos expuestos, pueblos figurantes
Georges Didi-Huberman
Traducción: Horacio Pons
Este
libro se interroga sobre la manera en que se representa a los
pueblos: cuestión indisolublemente estética y política. Hoy los
pueblos parecen más expuestos que nunca. Están, en realidad,
subexpuestos en la sombra de sus puestas bajo la censura o —con un
resultado de invisibilidad equivalente— sobreexpuestos en la
luz artificial de sus puestas en espectáculo. En una palabra, están,
como ocurre con demasiada frecuencia, expuestos a desaparecer.
Sobre
la base de las exigencias planteadas por Walter Benjamin (una
historia solo vale si da voz a los “sin nombre”) o Hannah Arendt
(una política solo vale si hace surgir aunque sea una “parcela de
humanidad”), se examinan aquí las condiciones de una posible
representación de los pueblos. Examen que pasa menos por la historia
del retrato de grupo holandés y los “retratos de tropas”
totalitarios que por la atención específica prestada a los “pueblos
humildes” por los poetas (Villon, Hugo, Baudelaire, por ejemplo);
los pintores (Rembrandt, Goya o Gustave Courbet); los fotógrafos
(Walker Evans, August Sander o, un ejemplo contemporáneo, Philippe
Bazin).
El
cine, por su parte, llama figurantes a los “pueblos humildes” frente
a los cuales obran y se agitan los “actores protagónicos”, las stars,
como suele decirse. De allí que los figurantes encarnen un objetivo
crucial, histórico y político del cine mismo desde su nacimiento —La
salida de los obreros de la fábrica Lumière— hasta sus
elaboraciones modernas en Eisenstein o Rossellini, e incluso mucho
más allá. Un extenso análisis se dedica aquí al trabajo de Pier
Paolo Pasolini y su manera de recuperar a los “pueblos perdidos” en
sus “gestos sobrevivientes”, conforme a un proceso que permite
esclarecer los análisis de Erich Auerbach (para las formas
poéticas), Aby Warburg (para las formas visuales) y Ernesto de
Martino (para las formas sociales). Sin olvidar algunos ejemplos más
contemporáneos, como el filme del realizador chino Wang Bing
titulado, precisamente, El hombre sin nombre.
Georges Didi-Huberman es filósofo e historiador del arte. Dirige
seminarios en la École des Hautes Études en Sciences Sociales
(París). Se han editado varias de sus obras sobre la historia y la
teoría de las imágenes. Manantial ha publicado anteriormente Lo que vemos, lo que nos
mira (1997).
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