Poeta, escritora, compositora, cantaautora, María Elena iluminó con su talento los distintos géneros que abordaba. Logró instalarse en el corazón de la niñez argentina y acompañarlos más allá de su infancia, con letras que procuraban desarrollar el humor, la inteligencia, el ingenio de los niños, en un clima atractivo y armonioso.
Uno de sus personajes, inmortalizado en una de sus obras "Manuelita, la tortuga" fue llevado al cine y le erigieron un monumente en Pehuajó, ciudad de la Pcia de Buenos Aires, cuyo nombre recorría los ámbitos de todas las escuelas cada vez que los niños entonaban la canción.
Manuelita vivía en Pehuajó
pero un día se marchó.
Nadie supo bien por qué
a París ella se fue
un poquito caminando
y otro poquitito a pie.
Manuelita, Manuelita,
Manuelita dónde vas
con tu traje de malaquita
y tu paso tan audaz.
Manuelita una vez se enamoró
de un tortugo que pasó.
Dijo: ¿Qué podré yo hacer?
Vieja no me va a querer.
En Europa y con paciencia
me podrán embellecer.
En la tintorería de París
la pintaron con barniz.
La plancharon en francés
del derecho y del revés.
Le pusieron peluquita
y botines en los pies.
Tantos años tardó
en cruzar el mar
que allí se volvió a arrugar
y por eso regresó
vieja como se marchó
a buscar a su tortugo
que la espera en Pehuajó.
Poemas para adultos - Inolvidables
Serenata Para La Tierra de Uno
Porque me duele si me quedo
pero me muero si me voy,
por todo y a pesar de todo, mi amor,
yo quiero vivir en vos.
pero me muero si me voy,
por todo y a pesar de todo, mi amor,
yo quiero vivir en vos.
y por tu escándalo de sol,
por tu verano con jazmines, mi amor,
yo quiero vivir en vos.
es un secreto entre los dos,
porque le diste reparo
al desarraigo de mi corazón.
y por la edad de tu dolor,
por tu esperanza interminable, mi amor,
yo quiero vivir en vos.
para cuidarte en cada flor,
y odiar a los que te lastiman, mi amor,
yo quiero vivir en vos.
Como la cigarra
Tantas veces me mataron, tantas veces me morí
sin embargo estoy aquí resucitando.
Gracias doy a la desgracia y a la mano con puñal
porque me mató tan mal y seguí cantando.
Cantando al sol como la cigarra
después de un año bajo la tierra
igual que un sobreviviente
que vuelve de la guerra.
Tantas veces me borraron tantas desaparecí
a mi propio entierro fui solo y llorando.
Hice un nudo en el pañuelo pero me olvidé después
que no era la única vez y seguí cantando.
Cantando al sol como la cigarra
después de un año bajo la tierra
igual que un sobreviviente
que vuelve de la guerra.
Tantas veces te mataron tantas resucitarás
tantas noches pasarás desesperado
a la hora del naufragio y la de la oscuridad
alguien te rescatará para seguir cantando...
María Elena Walsh, querida y admirada por los niños argentinos que hoy adultos, la recuerdan con afecto, ocupó esta semana el Caleidoscopio Cultural
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